A unas semanas de cumplir los 34 años Gómez Noya mantiene intacta su hambre de títulos y gloria. Recuperado del mazazo moral que supuso hace unos meses decir adiós a su sueño olímpico tras caerse durante un entrenamiento en Lugo, el gallego inicia mañana en Abu Dabi la búsqueda de su sexto entorchado mundial de triatlón. Un territorio al que nadie se ha acercado después de que hace dos años, en la temporada de 2015, rompiese el empate a cuatro Mundiales que compartía con Simon Lessing. Instalado en la cumbre del triatlón mundial, Gómez Noya ya solo compite por hacer más grande su nombre. Su agenda se llena de retos y nuevos desafíos mientras medita con calma la decisión de si afrontará un nuevo ciclo olímpico con vistas a Tokio 2020 o diversificará su camino en busca de otros escenarios como el lucrativo Ironman.

Mientras resuelve sus dudas, Gómez Noya pretende volver a reinar en el Mundial para quitarse cuanto antes el mal sabor de boca que le dejó 2016, una temporada que planificó en función de la cita de Río de Janeiro y en la que el Mundial era absolutamente secundario. De hecho, unos problemas físicos antes del estreno en Abu Dabi le impidió estar en las primeras citas de la temporada y eso le dejó sin opción de llegar a final de año con posibilidades de disputar el título que quedó en un mano a mano entre Mario Mola y Jonathan Brownlee.

Ahora el triatleta gallego llega en condiciones bien diferentes. se ha recuperado de la fractura en el brazo que le impidió acudir a Río de Janeiro y ha preparado a conciencia la temporada con dos meses intensos de trabajo invernal en Lanzarote, epicentro del triatlón mundial en esta época del año.

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El Mundial se estrena mañana en Abu Dabi -que se ha convertido en la tradicional primera prueba del calendario de las Series Mundiales- y lo hará con un nuevo circuito en el circuito de Fórmula Uno de Yas Marina. Nadarán en el puerto deportivo y luego la carrera a bicicleta y a pie se desarrollará por el asfalta por el que corren los bólidos en la prueba del Mundial de Fórmula Uno.

Será una prueba algo extraña por el desconocimiento que existe del estado de forma de los competidores y porque faltarán algunos de los animadores del Mundial como los hermanos Brownlee que no acudirán a Abu Dabi. En ese sentido existen dudas sobre su grado de compromiso con el campeonato que está a punto de empezar. Después de firmar el doblete en los Juegos de Río, que era su gran objetivo, los de Leeds podrían tomarse la temporada como un leve descanso antes de afrontar nuevos objetivos o bien dedicarlo a otras tareas. Las próximas semanas irán despejando algunas de estas dudas.

Además de los Brownlee, los principales rivales de Gómez Noya volverán a estar en España. Mario Mola, actual campeón del mundo, es el principal aspirante. Después de alcanzar su madurez, el mallorquín estará con seguridad en la pelea como también Fernando Alarza, el discípulo de Omar González que entrena en Pontevedra, que en el pasado Mundial finalizó en tercera posición.

Gómez Noya competirá en las tres primeras pruebas del Mundial (Abu Dabi, Gold Coast y Yokohama) y luego irá perfilando el calendario en función de sus opciones de ganar el título (algo que espera hacer a mediados de septiembre en la final de Roterdam) y de los objetivos que irá concretando y que le harán probarse en diferentes distancias como hará en la final del Mundial de media distancia que se disputará en octubre y para el que ya se ha clasificado. La temporada le irá dando las respuestas que el busca. Sin ver en exceso el calendario, sin pensar todavía en cómo estará dentro de tres años y tenga que decidir si va a Tokio.