Pepe Mel será el 63º entrenador en la historia del Deportivo si el madrileño cierra esta mañana los flecos pendientes que impiden que se haya firmado el contrato que lo unirán al club coruñés por lo que falta de temporada y con opción a continuar por lo menos otra más. El nuevo técnico será presentado a última hora de la mañana, "de materializarse el acuerdo", según reza en la página web del club, y por la tarde dirigirá el entrenamiento del equipo en Abegondo, en una sesión que estaba programada para las once de la mañana pero que fue trasladada a las 17.00 horas para que fuese el propio Mel el encargado de dirigirla, ya con sus asistentes sobre el césped de Abegondo.

Llega Pepe Mel al banquillo de Riazor con más de 16 años de experiencia en los banquillos, centrada de forma muy especial en el Rayo Vallecano, al que llevó de Segunda División B a Segunda, y el Betis, al que ascendió de Segunda a Primera División y al que dirigió en dos etapas (2010-13 y 2014-16). En medio vivió una experiencia en Inglaterra, cuando dirigió al West Bromwich Albion desde enero hasta junio de 2014, al que salvó del descenso en la última jornada en la Premier League.

El que será nuevo entrenador deportivista se va a encontrar con un equipo roto anímicamente, un equipo frágil que sucumbe ante una mínima ráfaga adversa, quizá sea ese su principal trabajo de inicio. En cualquier caso, se va a encontrar a un vestuario "profesional", como lo definió ayer Garitano en su despedida, que en nada se parece al que se encontró el vasco a su llegada. El propio Gaizka se ofreció ayer a Mel por si pudiese ayudarlo con alguna información. "Si el club le ha elegido -Mel- será la mejor opción. Le deseo la mayor de las suertes y si necesita alguna ayuda mía estoy a su disposición. Le deseo lo mejor, se va a encontrar con un buen grupo y seguro que salen las cosas bien", dijo el técnico vizcaíno en su despedida.

Pepe Mel considera a los futbolista "compañeros de trabajo", aunque siempre con la distancia que supone el papel que tiene que desempeñar cada uno, entrenador y jugador, por eso también se le ha escuchado decir en alguna oportunidad que el técnico "tiene que convencer" al futbolista y "tiene que dialogar" con el futbolista también se podría añadir. Llega con un compromiso que lo ligará al Deportivo hasta final de temporada, pero con la puerta abierta a seguir por lo menos una campaña más. Garitano tenía tres años, en ese afán de la directiva de dotar al banquillo deportivista de la "estabilidad" que todavía no logró encontrar. Mel será el quinto entrenador en poco más de tres años. La nueva apuesta puede ser la definitiva, o eso es lo que pretenden los dirigentes.

Garitano, sin reproches

Apenado por la mala fortuna que le ha perseguido desde su aterrizaje en el club, pero a la vez consciente de los errores que ayer le empujaron a abandonar el equipo después de nueve meses, Garitano se marchó del Deportivo sin reproches y convencido de poder cambiar la dinámica en la que se instaló desde comienzos de año. "No me voy con nada malo que decir", aseguró después de pisar por última vez el vestuario de la ciudad deportiva para despedirse de la plantilla. Solo le acompañó el director deportivo, Richard Barral, presente en la misma sala en la que ofreció su última comparecencia mientras a unos metros la cúpula blanquiazul decidía su sustituto definitivo.

Para todos tuvo palabras de agradecimiento por una etapa interrumpida de manera abrupta por la debacle en Leganés. El marcador, pero sobre todo la imagen de desmoronamiento que dio el equipo, le dejaron a expensas del club y en una situación comprometida que ya intuía. "Mi intención era ganar, pero sobre todo por cómo se produjo el partido, que ha sido bastante doloroso, se ha incrementado la presión hacia mí y el club ha tomado esta decisión", reflexionó.