El Herbalife Gran Canaria derrotó al Real Madrid por 81-93 asaltando el WiZink Center en un partido que dominó desde el primer cuarto, primero por el interior y luego desde el triple, para romper una racha de diez partidos sin ganar al Real Madrid como visitante.

El conjunto dirigido por Luis Casimiro dominó desde el primer cuarto gracias al poderío interior del lituano Anzejs Pasecniks (16 puntos, 4 rebotes), y remató con los triples del estadounidense Kyle Kuric (19 puntos) y el temple del dominicano Eulis Báez (12 puntos, 7 rebotes); haciendo inútiles los 28 puntos de Sergio Llull.

Salió mucho más metido en el partido el Gran Canaria, primero encontrando al croata Darko Planinic y luego por fuera con Kuric y Oliver para ponerse en ventaja (4-16, min. 5), lo que obligó a Pablo Laso a parar el encuentro.

El parcial era de 0-12 cuando el mexicano Gustavo Ayón rompió la dinámica con una canasta y un tapón (6-19). Laso buscó ganar defensa con el estadounidense Anthony Randolph e imaginación con el esloveno Luka Doncic; pero el Madrid no acertaba (4/20 en tiros de campo en el primer cuarto) y 'Granca' encontraba a Pasecnicks para mantener su renta al final del parcial (9-23).

Llull, que no había tenido mucho protagonismo pese a sus 10 puntos de la primera mitad, despertó en la segunda con uno triple inverosímil, marca de la casa. Con dos más y otro del lituano Jonas Maciulis, el partido volvió a empezar (48-49, min. 23).

No obstante, el partido seguía teniendo color amarillo. Aunque las ventajas fueran escasas, el Herbalife no perdió de vista el encuentro, de la mano de un Bo McCalebb que lo mismo penetraba que provocaba las faltas o cedía a los compañeros, con lo que la ventaja visitante era de ocho puntos al final del tercero (58-64).

De poder a poder, el Real Madrid recurrió a Randolph para apretar el encuentro (67-69, min. 32), pero Gran Canaria respondía de la mano de Báez y Pablo Aguilar; de nuevo Jayce Carroll ajustaba el duelo con un triple (73-74), le respondía Kuric con otro y Carroll volvía a convertir para una nueva respuesta del amarillo (76-80, min. 36).

Los de Luis Casimiro nunca dejaron de controlar el encuentro, gracias de nuevo a un Báez que ofreció puntos en los momentos calientes (y defendiendo bien a Llull para minimizar su efecto.