Un desdibujado Mondariz cayó ayer frente al Estradense en un partido en el que los locales nunca estuvieron cómodos.

El conjunto del Tea afrontaba el choque muy debilitado por las bajas (hasta cuatro titulares), por lo que el técnico local se vio obligado a convocar a dos juveniles para completar la convocatoria. Y a las ausencias había que sumarle la necesidad, ya que el Mondariz sumaba siete jornadas sin ganar. Pero la ansiedad y los nervios se impusieron a las ganas, y el Estradense, muy veterano y bien colocado, no tenía problemas para controlar el partido y esperar su oportunidad.

Así se llegó al descanso, sin goles pero con la sensación de que el Estradense estaba mucho más cerca de la victoria que el Mondariz, muy desafortunado y sin tensión.

No hubo que esperar mucho en el reinicio del choque, ya que el Estradense muy pronto encontró el gol. En un saque de banda, Jesús falla ante un bote inesperado del balón y Dani se marcha solo hacia la portería para batir a Pablo (0-1, min. 48).

A pesar de que quedaba tiempo por delante, los locales no eran capaces de hilvanar jugadas en ataque, con continúas imprecisiones y tampoco estaban finos en la recuperación. De esta forma, con más ganas que acierto, intentaron alcanzar el empate con balones al área, que el Estradense despejaba sin dificultad.

La expulsión de Samu en el minuto 71 aún puso más complicada la tarea para los locales que, pese a todo, insistieron en su empeño en busca de ese gol que les permitiese recuperar un punto. Pero el Estradense, con mucha más cabeza y tranquilidad, defendía con orden y buscaba en el contragolpe dar el golpe definitivo al choque. Así llegó el segundo, cuando Javi, que acababa de entrar en el campo, aprovechó una contra y finiquitó el partido.