El técnico navarro reconoció que "fue un golpe duro porque creemos que hemos hecho méritos para llevarnos mucho más de lo que nos llevamos de aquí. Hasta el minuto ochenta teníamos más o menos el partido controlado, no había intervenido nuestro portero, aunque también es verdad que el dominio posicional del campo era del Coruxo, pero al final en el fútbol la clave es materializar las ocasiones y nosotros no hemos estado nada acertados, y si a eso le sumas desacierto por parte de los árbitros al final terminas perdiendo en el minuto 93 y no hay nada más que hacer. El partido posiblemente hubiera cambiado si Pito hubiera marcado la segunda gran ocasión, con 0-1 en el marcador y en los minutos finales. Con el 0-2 todo se hubiera acabado, pero no estuvo acertado y al final de estas experiencias hay que aprender".