La derrota mínima encajada por el Celta ante el Shakhtar Donetsk en el primer asalto de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League (0-1) obliga al equipo de Eduardo Berizzo a ganar el próximo jueves en Jarkov (Ucrania) al conjunto que dirige el portugués Paulo Fonseca para entrar en el bombo que emparejará a los 16 mejores equipos del torneo.

La entidad del adversario, único equipo de la competición que cuenta sus encuentros por victorias, y las dificultades del escenario, con el ambiente en contra y las dificultades del clima, con temperaturas estos días que rondan los 10 grados bajo cero, complican las opciones de los celestes, que tendrán que recurrir a su mejor versión para superar la eliminatoria.

Será complicado, pero ni mucho menos imposible, tal como se han empeñado en subrayar estos días tanto el técnico como los jugadores celestes, que confían en las calidad y ambición del equipo para hacer saltar la sorpresa.

No sería al primera vez que el Celta remonta en Europa un resultado adverso en Balaídos frente a un gran equipo europeo.

Existe un solo precedente, en el curso 1998-99, en el que la situación era calcada y el Celta la resolvió de modo brillante. Fue en el año del regreso del equipo vigués a Europa más de dos décadas años después de su primera participación en la denominada Copa de Ferias. Los celestes se medían entonces en la segunda ronda de la Copa de la UEFA al entonces poderoso Aston Villa (hoy en la segunda división inglesa), que se impuso en Balaídos por 0-1 con gol de Julian Joachim prácticamente en la única aproximación al área del conjunto de Birmingham en todo el partido.

Aunque el Celta había dominado el juego y dilapidado varias ocasiones muy claras, pocos en Vigo, salvo los propios futbolistas celestes, confiaban en una remontada en el partido de vuelta en el Villa Park.

Pero Míchel Salgado, el referente canterano de aquel equipo, se expresó después de aquel partido en términos muy similares a los que utilizó el pasado jueves Hugo Mallo. "Nos negamos a no seguir en esta competición tan bonita. Su ventaja, aunque importante, tampoco es excesiva, y estamos convencidos en que podemos dar la sorpresa en el encuentro de vuelta en Birmingham", declaró entonces Salgado.

Dicho y hecho. En el segundo asalto el Celta rindió el Villa Park a sus pies e inició una andadura que durante varias temporadas le convirtió en referente de la finura futbolística en el continente. El Aston Villa, que a la sazón contaba con futbolistas tan de tanto fuste como Southgate, Barry o el gigantón Stanley Collymore, fue el primer campeón europeo que eliminaban los celestes. En aquel año y los sucesivos cayeron el Liverpool, el Benfica, el Juventus, el Estrella Roja, el Ajax o el Milan, entre otros. Fue una noche gloriosa, aquella del Villa Park, que permanecerá por mucho tiempo grabada en la retina del aficionado. En el minuto 26, Juan Sánchez inauguró el marcador tras recibir una perfecta asistencia en profundidad de Mostovoi y cruzar el balón ante te la salida de Oakes. Aunque las cosas parecieron torcerse cuatro minutos después, con un dudoso penalti trasformado por Stan Collymore, la estrella de los villanos, Mostovoi, de falta directa; Penev, tras otra acción entre el ruso, y Sánchez completaron la gesta. Jarkov aguarda ahora al Celta.