El Celta ya está en modo europeo. El conjunto de Berizzo regresó ayer a los entrenamientos con la mirada puesta en el primer asalto de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League (UEL) que mañana le enfrentará en Balaídos al Shakhtar de Donetsk, uno de los más poderosos rivales que le podían caer en suerte tras superar como segundo la fase de grupos en diciembre pasado.

El técnico celeste ultima la preparación el choque con su arsenal al completo -por tercera vez este curso podrá contar con toda la plantilla, incluido el guadalupeño Claudio Beauvue-, aunque no se esperan demasiados cambios con respecto al once que cayó el pasado domingo frente al Atlético de Madrid en el estadio Vicente Calderón.

El plantel volvió al trabajo aparentemente recuperado del doble golpe sufrido la pasada semana con la eliminación en la semifinal de Copa del Rey a manos del Deportivo Alavés y la derrota liguera encajada en el domingo en el estadio colchonero tras recibir dos goles casi consecutivos en los últimos minutos del partido.

La decepción por no haber logrado clasificarse para su cuarta final de Copa ha incrementado, si cabe, las expectativas del equipo en competición europea. Después de eliminar al Real Madrid y plantar cara el Atlético en el Manzanares en un partido en la que la victoria se le escurrió de los dedos en el último suspiro, los celestes están convencidos de que pueden superar al Shakhtar, si logran en Balaídos un resultado lo suficientemente interesante como para resolver el cruce en Jarkov, la ciudad ucraniana a la que el Shakhtar se ha mudado para disputar sus partidos.

La primera media hora de trabajo la dedicó ayer Berizzo a analizar con sus jugadores lo ocurrido en los últimos días y a reforzar el ánimo del plantel en víspera de la cita europea. La buena respuesta ofrecida frente al Atlético tras el varapalo recibido en Mendizorroza y la ilusión que compartida por jugadores, club y afición de llegar lejos en esta competición, han convencido al Celta de que está perfectamente capacitado para dar la sorpresa contra los ucranianos y plantarse en octavos de final.

A pesar de que Berizzo dispondrá de toda su artillería para el choque, no se esperan demasiadas novedades con respecto al once que jugó el domingo en el Calderón. El propio técnico céltico ya dejó caer tras perder frente al Atlético que no habría en el partido de mañana más cambios que los estrictamente indispensables para administrar el cansancio del grupo de doce o trece titulares que viene manejando en los últimos tiempos.

"No puedo preestablecer una formación sin analizar al cansancio del equipo, el desgaste. Vamos a imaginar el partido del jueves recuperándonos de éste y así sucesivamente con el mejor equipo posible", desveló el preparador celeste tras caer en el Calderón.

La imposibilidad de contar con John Guidetti por sanción para el compromiso liguero del próximo domingo contra Osasuna en Balaídos favorece la presencia del internacional sueco, que repetiría titularidad en dos partidos consecutivos por primera vez esta temporada. En este caso, el preparador céltico optaría de nuevo por un doble nueve, con Guidetti como referencia en punta y Aspas en el costado derecho del frente ofensivo. Para la banda izquierda, Berizzo podría optar bien por el danés Pione Sisto, a quien avala su gran primer tiempo en el Vicente Calderón, o por el belga Theo Bongonda, su apuesta más habitual esta temporada.

Una de las líneas que puede sufrir cambios es la del medio campo, donde se espera el regreso de Daniel Wass, a quien el técnico dio descanso inicialmente en el Vicente Calderón, incluso de Marcelo Díaz, también suplente ante los rojiblancos, aunque parece difícil que Berizzo prescinda de jugadores en tan buen estado de forma como Pablo Hernández y Nemanja Radoja.

En la zaga, mientras, no parece que vaya a haber modificaciones. Salvo sorpresa, Berizzo alienará a su cuarteto defensivo titular, con lo que los canteranos Hugo Mallo y Jonny Castro ocuparán los costados y los argentinos Gustavo Cabral y Facundo Roncaglia el eje de la línea.

Una de las incógnitas de la alineación está en la portería, que vuelven a disputarse Sergio Álvarez y Rubén Blanco. La reciente recuperación del mosense después de cuatro semanas lesionado y el buen desempeño del catoirense en su ausencia, hacen pensar que Sergio repetirá bajo el travesaño, al menos en este partido. Otra cosa es el del domingo en Liga contra Osasuna. Para entonces, el técnico deberá decidir si mantiene a Sergio o devuelve la titularidad a Rubén.