El Valladares sufrió su segunda derrota consecutiva en casa y cede la tercera plaza, que da derecho a disputar la promoción de ascenso, al Estradense, aunque ambos conjuntos se encuentran empatados a 43 puntos. Los vigueses se vieron ampliamente superados en esta ocasión por un Moaña que dominó el partido por completo, sin crear excesivo peligro en la primera parte y aprovechando muy bien sus oportunidades en la segunda mitad para conseguir un cómodo triunfo.

Los primeros cuarenta y cinco minutos ya anunciaban que no iba a ser un encuentro fácil para los locales, incapaces de desplegar su juego habitual. De hecho, el bagaje ofensivo del Valladares hasta el intermedio se limitó a una falta lateral ejecutada por Bruno demasiado alta. Cierto es que el Moaña tampoco inquietó demasiado la portería defendida por Denís pero, con un juego mucho más directo, sí que daba la sensación de tener el partido controlado.

Un dominio que se confirmó y se acrecentó al poco de reanudarse el encuentro tras el intermedio. Una buena jugada por banda izquierda del Moaña acabó con dos centros consecutivos al área viguesa, anticipándose en el segundo Rober a Denís para conseguir el 0-1.

Otro duro golpe

El gol encajado pareció despertar a un Valladares que, sin embargo, recibió otro duro golpe a sus aspiraciones precisamente tras una peligrosa jugada en la que a punto estuvo de devolver la igualada al marcador. No lo logró y en el posterior contragolpe Rober volvía a superar al meta vigués, colocando el 0-2 en el marcador.

El nuevo golpe recibido dejó ya muy tocado a un conjunto local que, totalmente hundido, encajó otros dos tantos más en la recta final. Primero fue Diego el que hizo el 0-3 al rematar completamente libre de marca un saque de esquina y, poco después, fue Omar el que, en una gran acción individual selló el triunfo y la goleada.