El Celta se sometió ayer al examen de conciencia posterior a su eliminación de las semifinales de la Copa del Rey por segundo año consecutivo. La plantilla inició con veinte minutos de retraso el entrenamiento matinal debido a la charla que jugadores y técnicos mantuvieron en el vestuario para decretar borrón y cuenta nueva: olvidar la dolorosa derrota en Mendizorroza y centrarse en LaLiga y en la competición europea, donde el equipo de Berizzo espera volver a dar grandes alegrías a una afición con la que Mallo se siente deudor por el apoyo incondicional que presta al equipo tanto en los éxitos como en los fracasos.

"Lo hemos pasado mal, no te voy a engañar. Esta mañana [por ayer] hemos venido jodidos, destrozados, pero ya hemos cambiado el chip. Hay que pasar página porque la afición se merece que el equipo dé la cara, no podemos fallarle. Está claro que duele, por la gente que se desplazó a Vitoria y por la que no lo hizo. La gente había depositado mucha esperanza y por eso fue un palo. Pero no nos queda otra que seguir remando. Creemos en lo que hacemos y coincidimos todos en que nos queda mucho por delante y que podemos conseguir cosas bonitas y buenas", explicó Mallo tras concluir el entrenamiento matinal, antes de recordar: "A partir de ahora hay que centrarse en LaLiga, ante el Atlético de Madrid, y después tenemos otra oportunidad bonita en la UEFA [Europa League] de seguir haciendo las cosas bien".

Mallo reconoció que para un equipo como el Celta resulta "difícil" alcanzar una semifinal de Copa, sobre todo en unos tiempos en los que equipos como Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid o Sevilla acaparan todos los éxitos del fútbol español. "Somos el Celta, nadie dijo que iba a ser fácil. Prefiero que me cueste pero también que sea con el club de nuestra ciudad, el que me lo dio todo".

Aunque admite que la derrota ante el Alavés el miércoles pasado fue un duro golpe, el capitán del Celta no duda en proclamar que ha vivido momentos peores en el Celta: "Está claro que fue uno de los palos más duros. Pero peor fue perder la eliminatoria de ascenso a Primera con el Granada en la tanda de penaltis. En aquella ocasión había mucho en juego, tanto económica como deportivamente".

Desveló Hugo Mallo que ayer no analizaron los fallos cometidos en Vitoria, sino que se centraron en intentar recuperarse "anímicamente". Y en esa charla habló Eduardo Berizzo: "Nos dijo que hay que ser fuertes de cabeza, que todo pasa y que esto es un equipo. Hay que tirar hacia adelante entre todos porque la afición se lo merece. Sabemos todo lo que se ha generado alrededor de este equipo, que es joven, atrevido, con ilusión, con ganas y con hambre".