El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, aseguró ayer que está "muy satisfecho" de las decisiones tomadas por el Gobierno local respecto al temporal que afectó los últimos días a la ciudad, por considerar que contribuyeron a salvaguardar la seguridad de los ciudadanos.Ferreiro ha celebrado así que tras el temporal "más intenso de las últimas décadas" el "máximo perjuicio a la ciudadanía de A Coruña fue no poder ver un partido de fútbol el viernes por la noche" entre el Deportivo y el Betis, cancelado por daños en la cubierta del estadio de Riazor por las fuertes rachas de viento.

En declaraciones a los medios tras reunirse con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Ferreiro dijo que en próximos días se pondrán a trabajar los técnicos para reparar los desperfectos.

El alcalde indicó que no se le ocurrió "plantearle" a Feijóo, con quien se entrevistó ayer, "si nos echaba una mano", pero ha bromeado: "Yo no tengo inconveniente, lo que ponga la Xunta no tiene que ponerlo el Ayuntamiento".

Al respecto, el regidor ha incidido en que algunos materiales de la cubierta del estadio han sufrido desperfectos, que esperan se puedan reparar en un "plazo de tres días" si las condiciones atmosféricas lo permiten, pero señaló que "la estructura no sufrió nada este fin de semana". De este modo, confió en que el estadio de Riazor pueda acoger el próximo partido previsto y retiró su satisfacción por las decisiones adoptadas esta semana.