El grupo municipal del Partido Popular mostró ayer su "apoyo total" a la decisión del alcalde, Abel Caballero, de suspender el partido pero aprovechó para recordar que "la reforma de Río acumula tres años de retraso".

En rueda de prensa, la portavoz del grupo, Elena Muñoz, aseguró que Caballero "acertó" al negar el uso de esas instalaciones pese a las "presiones" porque "hay que poner la seguridad por encima de todo".

Por otra parte, recordó que la reforma de la grada de Río en el estadio municipal de Balaídos ya fue anunciada hace tres años, cuando se adjudicaron unas obras de refuerzo de la seguridad. Entonces, recordó el concejal Miguel Fidalgo, se reforzaron los contrafuertes pero no llegó a cambiarse la cubierta porque "el alcalde lo paralizó por estética", ya que no encajaba en su proyecto de reforma global del estadio.

Además, han preguntado si "no sería una temeridad" haber jugado encuentros anteriores dado que el mal estado de la grada de Río "no viene del último mes o de los últimos 15 días". Por ello, el PP reclamó una "auditoría en profundidad" para conocer el estado de la grada y de la cubierta para "tranquilidad" de los aficionados. "Que se tomen medidas cuanto antes. Los aficionados no pueden ir con miedo al próximo partido", dijo Muñoz.

Por su parte, el grupo municipal Marea de Vigo reprochó el "debate demagógico" en torno a las condiciones de la grada de Río y reiteró que la seguridad es "prioritaria" y está por encima de la celebración de partidos.