"Evidentemente que es un palo muy duro..., duro no, durísimo", reconocía ayer el técnico granate, Luisito. "Perder cuatro a cero en casa claro que duele, y si dijera lo contrario mentiría", añadió el entrenador del Pontevedra con su habitual sinceridad. Tampoco le dolieron prendas al reconocer que el rival fue justo vencedor, aunque quizá el resultado fue un castigo excesivo para los locales: "La diferencia estuvo en que, aunque pudimos preparar el partido muy poco por los problemas que surgieron en la semana, lo que trabajamos nos salió muy bien durante durante los primeros 22 minutos, pero la jugada del penalti nos mató y le dio mucha vida a ellos". "Después en los duelos individuales hay que reconocer que sobre todo en la primera mitad fueron mejores y a partir de ahí yo no puedo objetar nada", añadió.

"Ganaron, hay que darle la enhorabuena, fueron mejores que nosotros y aunque pienso que el resultado fue muy abultado para lo que se vio hoy en el campo sí hay que reconocer que fueron mejores", sentenció Luisito.