El Arosa salió a asfixiar a los herculinos en su línea de creación, generando varios errores en la salida del balón visitante y poniendo en aprietos a su defensa, que en los primeros minutos no paró de achicar balones. Apenas se había iniciado la segunda parte, cuando Julio Rey robaba un balón en banda derecha, se aprovechaba del desajuste defensivo herculinos para entrar en el área y ceder el balón a Sylla para que el delantero senegalés lo pusiese lejos del alcance de Álex Cobo. Los arousanos se crecieron y sentenciaron el encuentro.