Hacía mucho tiempo que un colegiado no decidía con tanto descaro el resultado final de un partido y el problema es que lo sufrieron los vigueses en Badajoz con el colegiado sevillano de este encuentro.

En el quinto set del encuentro sacó tres tarjetas amarillas y dos rojas a los vigueses por las reclamaciones, con razón, que hicieron por las constantes faltas dobles de los locales. Pese a la situación, los vigueses disputaron el mejor partido de la temporada lejos de Coia.

El primer set comenzó con un Badajoz muy metido en el partido lo que le sirvió para marcharse en el marcador. Los vigueses jugaban a tirones y esto hace mucho más difícil cualquier victoria.

El segundo set comenzó igual. Los locales se fueron rápidamente en el electrónico (4-0) lo que les dio la suficiente tranquilidad para llevarse el set. El tercer parcial mutó la situación. Eran los vigueses los que mandaban en el marcador y con diferencias importantes. Tan bien lo hicieron los vigueses que se permitieron el lujo de doblar a sus rivales en el marcador (8-16).

En el cuarto, los vigueses demostraron el gran voleibol que tienen y doblegaron a sus rivales por un apretado 23-25. El quinto fue donde llegó la mala intervención de los colegiados, que con sus decisiones ponían la victoria en bandeja a los locales. Pese a ello, los vigueses tiraron de orgullo para doblegar a los extremeños.