"Ojalá podamos ir a Mendizorroza y hacer otro juego allá", anunciaba Pablo Hernández tras el empate a cero de ayer en Balaídos ante el Alavés. "El campo no estaba de la mejor manera, pero no es una excusa, estaba igual para los dos equipos, pero ojalá que en la vuelta la cancha esté mejor".

El chileno se espera un Alavés "un poco más abierto". "A ellos se les complica y allá tendrán que abrir espacios y a ver si así somos capaces de sacar algo positivo", sostiene.

El jugador no quiso precisar si era penalti la acción en la que recibió un codazo en la cabeza en los instantes finales del encuentro: "Fue un lance del juego, recibí un codazo y me agarraron pero no se vio".

El 'Tucu' asegura que "para nosotros sería increíble llegar a una final", y asume, tan y como ya ha anunciado Eduardo Berizzo, que "la prioridad es el partido del próximo miércoles". "No nos confiamos pero seguimos con mucha ilusión de poder llegar a la final así que confiamos en poder llegar todos bien al partido de vuelta", concluye.