El Celta B sumó su quinto empate de la temporada ante el Izarra. Lo que parece un resultado "regular" se puede interpretar como el decisivo para asegurar la permanencia en la Segunda División B. En los últimos años, nadie ha descendido con los 47 puntos que acumula ya el equipo de Alejandro Menéndez. Precisamente, el entrenador había insistido una y otra vez que ése era el gran desafío. Y se ha logrado en el mes de enero. Quedan por disputarse 15 jornadas del campeonato, 45 puntos en juego.

Las estadísticas demuestran la fortaleza del grupo. Ocupa la tercera posición en la tabla; tiene 14 victorias en su casillero y solo cuatro derrotas; Borja Iglesias es el máximo goleador en solitario de la categoría con 16 goles; es uno de los conjuntos que menos goles encaja y no ha perdido ninguno de los cuatro partidos jugados en enero.

Estos detalles le han llevado a estar en la lucha por colocarse en la fase de ascenso. La Cultural Leonesa parece algo lejos (53 puntos), pero el Racing de Santander suma 48, uno más que os célticos. Y el cuarto es el Pontevedra, con 42. Es decir, entre célticos y granates hay cinco puntos de diferencia en la actualidad.

Eso convierten al duelo de rivalidad provincial del próximo domingo en Pasarón en una cita clave para el futuro. Una victoria de los vigueses les colocaría ya con una considerable ventaja sobre uno de sus grandes adversarios. Incluso un empate se podría dar por bueno. En contra tendrán la presión de un equipo local que parece atravesar por una crisis de resultados y al que solo le vale la victoria para mantenerse entre los cuatro primeros.

Alejandro Menéndez, el entrenador, siempre ha considerado prioritario el alcanzar el objetivo de la permanencia para después poder aspirar a mayores logros. El filial céltica ya ha conseguido su desafío al mismo tiempo que se ha convertido en uno de los mejores equipos de la categoría.

El Celta B ha mantenido un trayectoria regular a lo largo de toda la temporada. Transmite buenas sensaciones. Parece que las dos temporadas anteriores quedan lejos. Por ejemplo, el año pasado sufrió para sumar los 50 puntos con los que terminó garantizando la permanencia. Peor fue en la campaña 2014-2015, en la que contabilizó 48 puntos. Esos registros ya pasarán a la historia con seguridad. El filial céltico tiene ya 47. Con esta progresión, el filial céltico mira hacia la cumbre y se aleja de forma definitiva de los últimos lugares. Esos que le llevaron a un indeseado descenso del que tardó muy poco en recuperarse tras lograr ascender.