La jugada del gol fantasma de Jordi Alba en el minuto 75 ha reavivado el debate sobre las ayudas tecnológicas en este tipo de jugadas. El árbitro, Hernández Hernández, se fio de su ayudante y no concedió el gol que hubiese supuesto el empate a uno pese a que Mandi despejó el balón cuando había traspasado claramente la raya. La española es la única de las grandes ligas que no utiliza el "Ojo de Halcón" para las jugadas en las que hay dudas si el balón atraviesa la línea de gol, que ya está instaurado en la Premier inglesa, la Bundesliga alemana y la Primera División de Italia y Francia. Pero también otros campeonatos como el holandés o el portugués también han incluido esta medida.