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Fútbol

Este enero en el que siempre hizo sol

El Celta concluye un maravilloso arranque de año con una victoria valiosa construida desde el pragmatismo

Este enero en el que siempre hizo sol

Victoria más importante de lo que pudiera pensarse. Sitúa al Celta en la frontera de los 30 puntos justo antes de un febrero tan apasionante como atareado. Berizzo ha conseguido que tener la permanencia casi asegurada en veinte jornadas pase desapercibido. El equipo, gracias a sus ahorros ligueros, podrá concentrar sus energías en las eliminatorias de Copa y Europa League. No le molestará tener que competir entre medias con Real Madrid, Atlético o Barcelona. Concluye así un mes de enero maravilloso, en el que siempre hizo sol incluso cuando ya había empezado a llover.

El equipo alternativo

Berizzo es el peor argumento contra sí mismo. Reclama refuerzos. Los considera imprescindibles. Pero después, a diferencia de Pellegrino ante el Atlético, construye un equipo plagado de suplentes y logra la victoria. No por casualidad. Este equipo alternativo ya había competido bien ante la superlativa Real Sociedad de Eusebio Sacristán. Ayer mantuvo el nivel, suficiente para doblegar a un Leganés de recursos muy limitados. Si acaso, la lesión muscular de Rossi permitirá al entrenador apurar algo a Felipe Miñambres en las escasas horas que restan de mercado invernal.

Excelente planificación

A Berizzo se le discuten siempre sus diseños en el inicio de las temporadas y se le celebran después. El técnico alteró la preparación física. La escuadra arrancó al ralentí, contra su costumbre. Se buscaron otros picos de forma. Ha sabido dosificar a la plantilla en todos los frentes y el fútbol lo ha premiado también con la dosis de fortuna necesaria en algunos instantes. Cierto que en Europa League se jugó el pase en Atenas y que un cabezazo de Ramos pudo complicar la Copa. Pero lo sucedido, en perspectiva, se antoja lógico, coherente con lo que Berizzo había imaginado.

Un estilo con matices

Este Celta se define desde el estilo. Pero sin integrismos, con la capacidad de introducir matices en su fórmula. Berizzo pensó primero en qué hombres debían descansar,. Después, con cuáles construir el equipo. Y al fin, cómo encarar el partido considerando estos materiales, las características del adversario y la deficiente situación de la cancha. De este análisis concluyó que convenía primar el juego directo, evitando cualquier pérdida en las proximidades del área propia. Sabía que al Leganés le costaría organizar ataques elaborados. El cuadro pepinero apenas generó peligro a balón parado, su única actividad frecuente. La defensa celeste estuvo muy centrada, con un solo despiste de Jonny que pudo traducirse en el 1-2.

La actitud de los suplentes

La buena salud del vestuario celeste, la excelencia de Berizzo a la hora de gestionarlo, debe tasarse en la actitud de los menos habituales. Esos a los que dice en cada rueda de prensa que son los que merecen más sus mimos. Y ellos deben percibir ese cuidado. Se siente en Sergio Álvarez, recién descabalgado por Rubén Blanco, que está firmando solventes actuaciones ahora que su compañero se ha lesionado, sin reproches ni revanchismo. Y se nota también en Lemos, que no había dispuesto de un solo segundo en Liga. Ayer salió con energía e intensidad. Supo decorar su trabajo con un gran gol, decisivo en un partido de escasa calidad, que debía decidirse en detalles.

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