Al Celta de Berizzo ya casi no le quedan colosos. Se ha convertido en un especialista en derribar a gigantes. Han sucumbido el FC Barcelona y el Atlético de Madrid. Esta noche le tocó al Real Madrid, vigente campeón de Europa y que anhelaba con emular el triplete de su eterno rival hasta que se cruzó en su camino un grupo de chavales formados en A Madroa. Iago Aspas y Jonny firmaron la hazaña. Escribieron los primeros capítulos de un libro que apunta a ´best-seller´ y cuya proeza debe culminarse en Balaídos, en el templo del celtismo, ante miles y miles de gargantas celtistas.

La victoria no vale puntos, pero sí prestigio. El Celta ha demostrado que va en serio. Ha mostrado su candidatura a eliminar a un coloso como el Real Madrid, equipo que llevaba hasta el pasado domingo 40 partidos invictos. Lo hizo con solvencia, con tranquilidad, administrándole la medicina que el propio conjunto blanco da a sus rivales. El equipo vigués cuajó una primera parte sufrida, pero solvente. Dispuso de un par de contragolpes para inquietar a Kiko Casilla, pero faltó algo de claridad, de calma en los metros finales.

El Real Madrid, a pesar de gozar con la posesión, tampoco se plantó con claridad ante Sergio Álvarez. Los blancos explotaron al máximo los disparos desde media distancia y los centros laterales, pero la hemorragia habitual del Celta la solventaron a la perfección Roncaglia y Gustavo Cabral. En el segundo acto empezó a mostrarse el equipo descarado y atrevido que lidera Eduardo Berizzo.

El guión proseguía tras la reanudación. Asensio se retiraba por unas molestias en un brazo. Esa herida acabó por desangrar al Real Madrid. El Celta empezó a dominar. La presión funcionaba. El equipo vigués creyó en sus opciones. Cazó una nueva contra liderada por Bondonda, cuyo centro desde la izquierda se topó con una preciosa dejada de Marcelo hacia el corazón del área. Aspas aprovechó el regalo. Controló, armó la pierna y batió por el centro de la portería a Kiko Casilla. El cuadro celeste presentaba sus credenciales para asaltar el Santiago Bernabéu mientras que la grada del feudo madridista se exasperaba, se desquiciaba ante un equipo que seguía estrellándose una y otra vez ante el entramado defensivo diseñado por Berizzo.

Los blancos neutralizaban cinco minutos después el tanto de la estrella morracense. Marcelo subsanaba su error con un remate que daba en un defensor celeste y sorprendía a Sergio. Pese al varapalo, el atrevimiento no se negocia en este Celta. En la jugada siguiente, la presión alta dio sus frutos. Aspas recuperó en campo contrario y puso un pase en profundidad medido para que Jonny definiese con maestría ante la salida de Kiko Casilla. Segundo tanto que disparaba las opciones de un cuadro vigués que ponía contra las cuerdas al Real Madrid.

Zidane arriesgaba mientras que Berizzo supo neutralizar en todo momento la pizarra del preparador francés. Los blancos apenas inquietaron al Gato de Catoira. Estaban como su gente, desquiciados, cometiendo faltas sin sentido y buscando el apoyo de un Fernández Borbalán que no cedió a las protestas y a las peticiones de los locales. Los últimos minutos lo dicen todo. El Celta acabó defendiendo la ventaja con la posesión y en campo contrario. Ahora toca rubricar esta hazaña en el Santiago Bernabéu dentro de siete días. El equipo vigués no sólo va a por el vigente campeón de Europa, sino que se ha propuesta levantar la Copa del Rey a final de temporada. Con estos jugadores y con Berizzo todo es posible.

Ficha técnica:

Real Madrid: Kiko Casilla; Danilo (Benzema, 79´), Ramos, Varane, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; Asensio (Morata, 52´), Lucas Vázquez (Kovacic, 71´) y Cristiano Ronaldo.

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Marcelo Díaz, Tucu Hernández; Wass (Guidetti, 88´), Bongonda (Pione Sisto, 86´) y Aspas (Sergi Gómez, 81´).

Goles: 0-1: Aspas (64´); 1-1: Marcelo (69´); 1-2: Jonny (70´).

Árbitro: Fernández Borbalán (comité andaluz).