Fabián Orellana puede tener los días contados en el Celta. El entrenador del cuadro celeste, Eduardo Berizzo, ha decidido apartar al futbolista del grupo por un episodio disciplinario y le ha comunicado que se busque equipo porque no va a jugar más con el Celta en lo que resta de temporada. Los intentos del club, que ha forzado una reunión entre el técnico y el futbolista, para intentar recomponer la situación, han caído, de momento, en saco roto. La relación entre Berizzo y Orellana es ahora mismo inexistente.

El mutismo del Celta sobre el asunto es absoluto. El club apenas se ha limitado a señalar que el futbolista ha sido apartado del grupo "por decisión técnica". Lo hizo después de que la ausencia en el entrenamiento de Orellana, que trabajó en solitario en el gimnasio, llamase la atención al no aparecer el en el parte de enfermería. El chileno, de hecho, recibió el alta médica hace una semana después de varios días trabajando con el grupo y no fue luego incluido por Berizzo en las dos últimas convocatorias del equipo, la de Copa del Rey ante el Valencia del pasado jueves, y la última de Liga ante el Deportivo Alavés.

Aunque el conflicto entre Berizzo y Orellana lleva seguramente larvándose desde hace algún tiempo, este periódico ha podido averiguar que el detonante del desencuentro se produjo a comienzos de la pasada semana, en los días previos del choque copero del pasado jueves ante el Valencia, probablemente la víspera, por motivos que por el momento no han sido aclarados. Se sabe apenas que se trata de un desencuentro personal entre ambos y que las posturas son ahora mismo irreconciliables, con la lógica preocupación del Celta.

El club vigués intentó mediar en el conflicto a finales de la pasada semana, tras el partido de Copa y antes del duelo liguero ante el Alavés, forzando un encuentro entre el jugador y el técnico. Pero la reunión solo sirvió para constatar las diferencias entre ambos. Berizzo comunicó a Orellana que la decisión de prescindir de sus servicios es firme y le ha pedido sin rodeos que se busque un equipo en el que jugar los próximos meses.

El Celta, mientras tanto, se ha visto en medio de una guerra que le sitúa en una incómoda posición. Sin comerlo ni berberlo, el club celeste se ha visto en la más que probable tesitura de tener que prescindir de uno de sus futbolistas más valiosos en los últimos años por imperativo técnico. Un futbolista internacional que renovó hace un par de veranos, que cuenta con contrato en vigor hasta junio de 2019, y del que tiene que deshacerse -al menos hasta junio próximo- sin saber si Berizzo continuará al frente del banquillo la próxima temporada.

La cesión de Orellana hasta final de curso parece ahora mismo la opción más plausible, a menos que el club sea capaz de reconducir la situación, lo que ahora parece improbable.

No es la primera vez que Berizzo aparta esta temporada a un jugador por un acto de indisciplina. Durante los primeros partidos de Liga, el técnico apartó al argentino Gustavo Cabral durante un par de semanas por un episodio ocurrido durante la pretemporada que posteriormente no pasó a mayores.