La venta de José Naranjo al Genk debería acelerar las negociaciones que el club mantiene abiertas en varios frentes para reforzar el equipo con los dos futbolistas de ataque que ha solicitado Eduardo Berizzo, un volante ofensivo de distinto perfil a los actuales (léase media punta) y un extremo derecho que mitigue las carencias del equipo en esta posición durante el tiempo que todavía pueda tardar en ponerse a punto Claudio Beauvue.

Pero Berizzo no quiere apuestas de futuro -el traspaso de Naranjo al Genk y la situación de marginalidad de David Costas y Álvaro Lemos lo confirman-, sino jugadores cuajados, lo que complica notablemente las cosas, pues a las dificultades propias del mercado de enero, que el anterior director deportivo céltico, Miguel Torrecilla definía como el de los marginados y los peleados, se suma la complicación de encontrar futbolistas que verdaderamente refuercen al equipo, como ha pedido el técnico, y no son fáciles de incorporar a un precio que el club pueda permitirse. Berizzo, pese a ello, reconocía hace una semana que había algunas operaciones en fase avanzada y no descartaba que pudiese cerrarse alguna contratación antes de que concluya esta semana.

Y mientras el técnico aguarda refuerzos, Álvaro Lemos y David Costas esperan que el club les busque acomodo en un equipo en el que puedan tener minutos.