La plantilla celeste regresó ayer a los entrenamientos en las instalaciones de A Madroa para iniciar la preparación del compromiso liguero del próximo domingo ante el Málaga en Balaídos, en el que, tras encarrilar con un gran resultado en Mestalla el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey, el conjunto que dirige Eduardo Berizzo espera lograr su primera victoria liguera en 2017.

La multitudinaria sesión de entrenamiento -centenar y medio de aficionados aclamaron al equipo en su vuelta al trabajo- programada por el técnico celeste fue muy relajada para los futbolistas que fueron titulares la víspera frente al Valencia y bastante más intensa para los suplentes y no convocados.

La mejor noticia de la mañana fue la reincorporación de modo progresivo al grupo de Sergi Gómez después de que el central barcelonés se cayese a última hora de la convocatoria copera del pasado lunes por causa de la gripe. Si no se produce ningún contratiempo, el futbolistas estará a disposición del técnico para el partido del domingo frente al cuadro malacitano.

Para este choque es también recuperable Fabián Orellana, a pesar de que el internacional chileno continúa trabajando al margen del grupo. La evolución de la lesión muscular sufrida por el menudo mediapunta céltico es favorable y se espera que muy pronto pueda reintegrarse a los entrenamientos con el resto de sus compañeros. El jugador realizó ayer un exigente trabajo de campo, que augura buenas perspectivas sobre su presencia en la convocatoria para el partido del domingo. Si finalmente se recupera, como confían los servicios médicos, es improbable que Berizzo recurra a él de partida, aunque podría tener minutos saliendo desde el banquillo.

El que no estará disponible para el choque será el lateral zurdo catalán Carles Planas, que se recupera de una rotura fibrilar en el gemelo interno izquierdo y está descartado, lo mismo que el antillano Claudio Beauvue, lesionado de larga duración, cuya vuelta al grupo no se espera hasta finales del presente mes de enero.

Por su parte, el chileno Pablo Hernández, con sobrecarga muscular por el esfuerzo del duelo de Valencia, trabajó aparte en el gimnasio pero su concurso ante el Málaga no corre ningún peligro.