Las vacaciones navideñas han terminado para el Celta, que esta tarde se ha vestido el traje de faena y ha regresado a los entrenamientos en las instalaciones de A Madroa. Unos minutos antes de ponerse a las órdenes de Eduardo 'Toto' Berizzo, el guardameta Sergio Álvarez, que se siente "con las pilas cargadas", hace balance positivo de este 2016 que ya termina: "Fue un buen año porque conseguimos volver a Europa. Fuimos regulares en Liga e hicimos una buena actuación en Copa. Gran año a nivel de club, de equipo e individual".

Sergio Álvarez y el resto de la plantilla han comenzado a preparar esta tarde el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Valencia, que tendrá lugar el próximo martes a las 19.00 horas en Mestalla. Para el portero celeste será clave conseguir un buen resultado lejos de Balaídos ante "un rival complicado, duro y difícil para el que es importante esta competición". Por otro lado, a Sergio y a sus compañeros le ha pillado por sorpresa reciente dimisión de Cesare Prandelli como entrenador del Valencia. "No lo esperábamos. Habrá que preparar el partido igual y fijarnos en lo nuestro", advierte.

'O Gato' de Catoira reconoce que al equipo le motiva el torneo del KO. "Tenemos el ejemplo del año pasado, aunque tenemos la espinita clavada y queremos llegar a la final", comenta. Sobre el poco tiempo que tiene la plantilla desde el regreso de las vacaciones hasta el encuentro del martes, el catoirense asegura que "el equipo lleva bastante tiempo preparando de una forma rápida los partidos". "Estamos preparados para este tipo de duelos y ojalá lleguen muchos más", confiesa.

El guardameta céltico, que fue titular en la eliminatoria de dieciseisavos frente al UCAM Murcia, todavía no sabe si estará en el once ante los valencianos. "Decide el míster y yo no veo nada definido", explica Sergio, que subraya que "nunca va a ser un camino de rosas y hay que estar preparado para lo bueno y para lo malo".