El presidente del Celta, Carlos Mouriño, insistió este lunes, durante su intervención en la junta de ordinaria y extraordinaria de accionistas, que seguirá luchando por dotar al club de patrimonio propia con la adquisición del estadio de Balaídos para hacer "un Celta más grande". Dentro de ese objetivo ha lanzado una alternativa a esa polémica propuesta, planteando esta vez la construcción de un nuevo estadio por valor de 50 millones de euros.

"Balaídos lo necesitamos para no depender de nadie y para estar en igual de condiciones con el resto de los clubes; si no nos lo quieren vender, que se nos permitan construir un estadio nuevo en Vigo, solo necesitamos un permiso", ha recalcado. "Nosotros lo haríamos por 50 millones", comentó el dirigente celeste ante los accionistas durante una asamblea que se prolongó más de cuatro horas y en las que se vivieron momentos broncos durante el turno de ruegos y preguntas.

"Tenemos un proyecto deportivo sólido pero como no le demos un arraigo definitivo no tendremos nada. Tenemos al equipo donde lo queríamos tener pero así no podemos seguir. Necesitamos crecer. Creo que no es injusta la oferta de compra que hemos hecho por Balaídos porque si no es al Celta esos terrenos no se venden", insistió.

El presidente céltico dijo que para él lo más fácil sería "firmar un papelito, recoger un cheque y marcharme a un retiro dorado", pero que hasta que se lo permitan seguirá trabajando para dotar a la entidad de una "estructura" con la que poder competir "en igual de condiciones" con el resto de los clubes de Primera División. "Qué necesidad tengo yo de hacer esto -se preguntó Mouriño-. Absolutamente ninguna. Pero quiero hacer un Celta grande y voy a pelear por conseguirlo. He dejado diez años de mi vida aquí. Sé que no sirvo para esperar resultados todos los fines de semanas. El Celta tiene que ser algo más que un equipo de fútbol, tiene que ser un club", manifestó.

"El que puso el dinero fui yo -continuó- y cuando propusimos la ampliación de capital no hubo ninguna persona que diera un paso adelante. Por eso valoro lo que hicimos. Tengo independencia económica y política, no le debo favores a nadie. Y tengo la conciencia tremendamente tranquila. ¿Por qué un empresario no puede ser celtista? ¿Qué pasaría si el club desapareciera?".

El presidente ha sido interrumpido varias veces por abonados que le recriminaron la posible venta del club a un grupo inversor de China, la cual negó: "No necesito comprar Balaídos para vender el Celta ni más acciones de las que ya tengo actualmente. No lo necesito". La junta directiva del Celta fue interpelada por un veterano abonado por la inexistencia de un equipo femenino, a lo que el presidente respondió que "es imposible física y técnicamente poder tener un sólo equipo más porque en estos momentos sólo tenemos dos campos para todas las categorías inferiores".

En este sentido, el máximo accionista de la entidad se "comprometió" a crear un equipo femenino "en cuanto" el Celta tenga una ciudad deportiva propia, pues las instalaciones deportivas de A Madroa, donde entrenan habitualmente los dos primeros equipos y juegan todos los equipos de la base, son de titularidad pública.