Las balanzas no se desequilibran sólo con los kilos. Los centímetros también importan. Sobre todo si se trata de un duelo de valientes como el que se vivió en el choque entre Celta y Sevilla en Balaídos. El coliseo vigués no pudo despedir la Liga este año con un triunfo. El conjunto hispalense -verdugo en la pasada edición de Copa- truncó la racha de resultados de los de Berizzo, que no caían desde la goleada sufrida frente al Atlético de Madrid en la tercera jornada de la competición doméstica.

Todo fueron éxitos. De victoria en victoria. Sin embargo, el Sevilla puso fin a esa buena marca de los celestes ante su gente. Lo hizo cayendo con honor, con valentía. Celta y Sevilla protagonizaron una primera parte brillante. Berizzo y Sampaoli libraron su particular enfrentamiento como discípulos del "estilo Bielsa. El ganador en el primer acto fue el espectador neutro. Los hispalenses arrancaron mejor. Ese dominio fue momentáneo, un simple espejismo del gran espectáculo que deparaba a los asistentes al choque. Se dio paso a un duelo intenso, de alternativas y de dos equipos que buscaban perforar el marco contrario. El Celta lo intentó con dos cabezazos. Sergio Rico, primero, evitó el tanto de Aspas mientras que, poco después, Sergi Gómez cabeceó fuera un saque de esquina.

El partido llegó al descanso sin goles y con la polémica envolviendo el arbitraje de Undiano Mallenco. El navarro exasperaba al equipo vigués y a la grada tras no ver una dura entrada de Nasri sobre Cabral. El resultado era una anécdota, un accidente para el ida y vuelta que estaban protagonizando célticos y sevillistas. Jorge Sampaoli movió la tecla. Retiró a Pareja e introdujo a Iborra. El argentino optó por reforzar la medular y dar todavía más altura a un conjunto cuya gran diferencia con respecto al Celta es el juego áreo. La apuesta le salió redonda. A los cinco minutos de la reanudación, el ex del Levante aprovechó una acción a balón parado para batir a Rubén Blanco. El Sevilla daba el primer golpe.

La intensidad seguía siendo la gran protagonista del guión de este enfrentamiento entre Berizzo y Sampaoli. El preparador celeste también agitaba su pizarra. Apostaba por el "doble nueve". El Celta tiraba de orgullo. El Sevilla resistía las embestidas reforzando el juego interior y abortando todo centro lateral con la fortaleza aérea de sus centrales. Los roles se acentuaban con el paso de los minutos. La posesión ya era sólo una prioridad para los locales. Eso no le preocupaba a Sampaoli, que dio entrada a Kolo para aportar todavía más altura a su equipo.

Orellana y Wass tuvieron en sus botas el ansiado empate. El disparo del internacional chileno se fue fuera por poco. Sergio Rico ya estaba vencido mientras que el internacional danés no logró acertar bien su remate en una buena llegada desde segunda línea. Ya en la recta final, el Sevilla mató el partido a la contra. Iborra sería de nuevo el protagonista. El "8" hispalense sí aprovechó su llegada al área batiendo a Rubén Blanco por bajo. El Celta no bajaba los brazos. Buscaba el gol que alimentase el milagro, que diese esperanzas a sumar un valioso punto. Sin embargo, Cabral, ya en el descuento, cometió penalti sobre Correa. El propio Iborra sería el encargado de firmar la derrota celeste, marcar su tercer tanto de la tarde y poner fin a la racha de victorias del conjunto de Berizzo en Liga.

Ficha técnica:

Celta: Rubén Blanco; Roncaglia, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Marcelo Díaz, Tucu Hernández, Wass (Bongonda, 73´); Orellana, Pione Sisto (Guidetti, 66´) y Aspas.

Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Rami, Pareja (Iborra, 46´), Mercado, Sarabia; Nzonzi, Nasri, Franco Vázquez (Kolo, 75´); Vitolo; y Ben Yedder (Correa, 80´).

Goles: 0-1: Iborra (50´); 0-2: Iborra (84´); 0-3: Iborra (penalti) (90´).

Árbitro: Undiano Mallenco (comité navarro). Mostró tarjeta amarilla a Iago Aspas, Tucu Hernández y Guidetti por parte del Celta mientras que por parte del Sevilla vieron cartulina amarilla Mariano, Franco Vázquez y Vitolo.