Acaso porque la afición nazarí puso en su momento precio a su cabeza aquella aciaga noche en Los Cármenes en que el Celta perdió el tren del ascenso en la ruleta rusa de los penaltis, Iago Aspas ha convertido al Granada en su víctima favorita. El delantero celeste ha saldado con creces su cuenta ensañándose con el equipo andaluz, al que le ha marcado cinco goles en cuatro partidos, todos los que el moañés ha jugado de celeste contra los rojiblancos.

La última vez que ambos equipos se vieron las caras, en abril pasado, en Balaídos el delantero celeste le anotó dos tantos al cuadro que dirigía provisionalmente José Manuel González tras el despido de José Ramón Sandoval. El moañés abrió el marcador al cuarto de hora de iniciarse el choque después de transformar un penalti A Guidetti y, después de que Fran Rico igualase la contienda, anotó el tanto que dio el triunfo a los celestes culminando con un sutil toque un gran pase de Nolito.

Llovía sobre mojado porque Aspas fue también protagonista del triunfo conseguido por los celestes en la primera vuelta en el estadio de Los Cármenes. El conjunto de Eduardo Berizzo se impuso entonces a domicilio a los de José Ramón Sandoval por 0-2, con tantos de Fabián Orellana, que abrió el marcador y desafió luego a su exafición llevándose las manos a las orejas, y Aspas, que sentenció el choque rematando a bocajarro un centro de Jonny desde la derecha.

En la campaña 2012-13, con el equipo jugándose la permanencia, Aspas fue también protagonista del triunfo ante los nazaríes, coincidiendo con el debut de Abel Resino al frente del banquillo celeste. El equipo vigués se impuso entonces en Balaídos por 2-1 con tantos del moañés y de Mario Bermejo. Lucas Alcaraz dirigía entonces al conjunto nazarí. Unos meses antes, en la primera vuelta, con José Antonio Anquela al timón de los andaluces, el tanto anotado por el moañés no bastó al Celta, que perdió 2-1 en Los Carmenes.