La victoria del Celta ante el Granada (3-1) no fue la única buena noticia de la velada en Balaídos. Pape Cheikh, una de las últimas perlas de A Madroa, consiguió marcar su primer gol con la camiseta del equipo celeste. Solo le hicieron falta seis minutos sobre el césped. El canterano, que saltó al campo en el minuto 86 por Iago Aspas, cerró el encuentro con un disparo a bocajarro desde el punto de penalti tras una asistencia de Josep Señé.

Balaídos celebró el gol de la promesa celeste con efusividad. Primero porque el tanto del internacional con las categorías inferiores de la selección española cerraba el partido. Segundo porque los goles con el sello de A Madroa tienen un sabor diferente. El futuro de Pape Cheikh es prometedor y el inicio de la Copa del Rey le dará el próximo miércoles la oportunidad de demostrar su categoría ante el UCAM Murcia.