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Un emigrante pontevedrés, el azote judicial de Neymar

José Barral, un pontevedrés emigrado a Brasil, es el preside la empresa Sonda, la empresa que compró el 40% de Neymar cuando tenía 17 años y que se ha querellado por estafa contra el futbolista y las partes que intervinieron en el fichaje -El abogado vigués Alejandro Vega es el encargado de defender al expresidente del Santos, Odilio Rodrigues

José Domingo Barral Amoedo tenía apenas dos años cuando sus padres cogieron las maletas y abandonaron su Pontevedra natal para instalarse en Brasil. Eligieron la región de Bahía, donde ya se habían instalado muchos emigrantes gallegos. Allí creció José, alejado para siempre de sus raíces. Estudió administración de empresas, comenzó a trabajar en Bahía, pero no tardó en desplazarse a Sao Paulo donde acabó encontrando acomodo en el Grupo Sonda, la décima cadena de supermercados de Brasil. Como presidente de Sonda, Barral tiene bajo su control a la sociedad DIS, el brazo del grupo que se dedica a la promoción deportiva y de eventos. A través de DIS fue como el Grupo Sonda y Neymar unieron sus caminos. Y Barral, el gallego emigrado poco después de aprender a caminar, estuvo en el centro de una historia que ahora ha llegado a la Audiencia Nacional y que ha judicializado la vida del Barcelona.

El Grupo Sonda en el año 2009 invirtió una cifra importante en un chico que acababa de llegar al primer equipo del Santos. La cadena de supermercados, a través de DIS, compró el 40% de los derechos económicos del futbolista con la intención de ayudar en su formación y de sacar un beneficio en caso de que aquel muchacho se confirmase como un futbolista importante. Una práctica habitual en muchas empresas brasileñas y argentinas, que han convertido a los jóvenes futbolistas en el centro de su negocio.

Lo que comenzó siendo una operación habitual ha terminado por convertirse en un litigio interminable, con montones de ramificaciones, querellas y demandas. El Grupo Sonda se siente estafado después de que no se les haya pagado lo que les correspondía por el traspaso de Neymar al Barcelona. La operación se hizo a sus espaldas y ocultándoles las cifras reales de la operación, reduciendo de esa manera su parte del negocio.

José Barral ha vuelto a España esta semana. Lo ha hecho para presentar una querella en nombre del Grupo Sonda contra Neymar . Piden 5 años de cárcel para el jugador, para su padre, para el presidente y expresidente del Barça, Josep Bartomeu y Sandro Rosell, y una multa de 195 millones de euros al club. El pontevedrés hace un recorrido estos días por los medios para narrarles la experiencia. LO hace en brasileño y se disculpa pese a su origen porque "soy gallego, pero no hablo una palabra de castellano" e incluso echa mano del pasaporte para acreditar su origen: "Llegué a Brasil siendo un niño y perdí el contacto con la tierra de mis padres casi por completo. Alguna visita, pero nada más".

Ahora tampoco tiene mucho tiempo para sentimentalismos y recuerdos. La suya es una pelea "por honor" -y un buen pellizco de dinero- porque se sienten estafados por Neymar y por su padre "en quien confiamos cuando era un niño y que pudo desarrollarse como futbolista gracias también a nuestra ayuda".

Barral detalla que el Barcelona paga a sus espaldas 10 millones a Neymar para asegurarse su fichaje en el futuro -justo antes de que el club catalán y el Santos se enfrenten en la final del Mundial de Clubes- y que tampoco les implican en la negociación de su definitivo fichaje en el año 2013 por el Barcelona: "DIS tenía derecho a que se les notificase tanto por el Santos como por Neymar cualquier simple oferta que recibiesen por esos derechos. Jamás se cumplió. Hasta el punto que en el año 2012, cuando el entonces CEO se dirige a Barcelona y pide un requerimiento preguntando si existía algún tipo de relación con el jugador, el propio señor Bartomeu en persona le niega cualquier tipo de vinculación o acuerdo con el jugador", asegura de forma tajante.

La cuestión es que el Grupo Sonda y DIS se han querellado contra lo que se podían querellar por haberle ocultado los términos reales en los que se hizo el trato: Neymar, su padre, el Barcelona, Bartomeu, Rosell, el Santos, sus dirigentes...Y es ahí donde aparece otro gallego. Alejandro Vega, un abogado vigués, será el encargado de defender a Odilio Rodrigues, presidente del Santos cuando se hizo el traspaso, y a quien se acusa de un delito de estafa. Es el único miembro del equipo brasileño que es acusado de forma individual. Vega ha recibido la documentación procedente de la acusación particular (que pide tres años de cárcel para su defendido), pero aún está a la espera de que le llegue la solicitud que hace la Fiscalía.

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