Por los pelos. El Pontevedra salvó una victoria en un partido marcado por los errores de los equipos y que se complicó desde el primer minuto. La pájara inicial del bloque granate permitió al Somozas adelantarse desde muy pronto, pero el conjunto entrenado por Luisito logró reaccionar a base de empuje y pudo empatar antes del descanso, lo que le allanó el terreno para culminar la remontada en el segundo acto.

El Pontevedra pudo pagar cara su torrija inicial. Al cuarto de hora, el 0-2 que reflejaba el marcador demostraba quién había salido centrado al partido y quién no. Con el marcador tan en contra, el Pontevedra entendió que debía ponerse el mono de trabajo. Así, a base de meter balones al área, llegó el primer tanto. Pero a Luisito no le gustaba lo que estana viendo y no dio marcha atrás al cambio que tenía pensado. Entonces el campo se volcó hacia la portería de Mandaluniz y poco antes del descanso llegaría la igualada.

El Pontevedra quiso mantener su dominio y se fue descaradamente a por el gol tras la reanudación. Volvió a conceder espacios atrás y, tras una buena jugada de Arkaitz, Núñez mandó a las manos de Edu un remate franco. El Somozas volvía a perdonar y el cuadro granate olió sangre. La remontada se olía porque el equipo verdiblanco era un flan atrás. Y en un balón al área de Abel, Barco fue derribado y el esférico quedó suelto para que Añón culminase la remontada.

Lo que vino después fue una nueva pájara del equipo granate, incapaz de controlar el choque. El Somozas siguió haciendo daño en cada ataque por la pasividad local.