Las consecuencias de la derrota en Ipurua van mucho más allá de los tres puntos que se han quedado en el camino. Los vigueses perderán a varios jugadores para el compromiso del próximo domingo ante el Granada (18:30, Balaídos). Hugo Mallo y Sergio Alvarez fueron expulsados por Munuera Montero y les espera al menos un partido de sanción (en el caso del marinense puede ser más al acusar el colegiado al lateral de llamarle "sinvergüenza"). Pero además durante el partido el chileno Pablo Hernández vio la quinta tarjeta amarilla y el próximo domingo tendrá que cumplir un partido de sanción.

Por cierto que en el acta redactada por Munuera Montero no solo se habla de las razones para expulsar a Hugo Mallo. Sobre el caso de Sergio Alvarez dice que el portero de Catoira protestó ostensiblemente sus decisiones agitando los brazos y que luego le dio una serie de patadas a la nevera de bebidas que hay junto al banquillo.

También se lleva lo suyo el preparador físico Pablo Fernández, de quien dijo en el acta que "es una vergüenza lo que habéis hecho aquí" y que "fueron necesarias varias personas para sujetarle".