Iago Aspas era el principal tema de conversación ayer en buena parte de los bares y reuniones sociales de España. En "su" Moaña la jornada fue monotemática. Todos comentaban la exhibición de su vecino en el mítico estadio de Wembley, marcando un gol que puso a sus pies al público de una de las catedrales del fútbol. Sus amigos y los integrantes de su peña lo tienen claro. "Sabíamos que la iba a liar en cuanto salió tras el descanso", apuntan. Desde la peña, Xes Currás explica que varios amigos vieron el partido juntos "e berramos moito co gol. Está claramente no pico da súa carreira. Todo lle sae ben".

Los amigos de Aspas no tienen dudas: "Revolucionó el partido e inició la remontada. Levantó él solo a la selección", añaden mientras discuten si fue mejor su segunda parte en Wembley o la exhibición en el intento de remontada heroica que cuajó el moañés en el Amsterdam Arena.

Los vecinos con los que el delantero pasa sus momentos de ocio reconocen también que temieron por su expulsión cuando empujó al juez de línea. "Sempre lle pode o pundonor. Coa tarxeta pensamos que se o expulsaban non o chamarían máis á selección", señala Currás. Trazan paralelismos con lo ocurrido en su segunda aparición con el primer equipo del Celta. Entonces, en 2009, el moañés salvó al conjunto celeste del descenso a Segunda B. En Moaña todos tienen claro que el Celta fue creciendo estos años al ritmo que marcaba su vecino. Tampoco faltaron los que temen por un "efecto Nolito". "O gol foi visto en todo o mundo. Espero que non veñan a levalo do Celta outra vez", argumentan sus conocidos.

Aspas se perdió las concurridas fiestas de San Martiño por su convocatoria internacional y sus amigos no descartan una celebración especial a modo de compensación. Ensalzan el gol sobre todo por el escenario: "En Los Cármenes, ante Macedonia, el partido era oficial, pero debutar y marcar en Wembley tiene mucha más repercusión, fue un debut soñado", relatan.

Su madre, María Juncal, vivió una de las noches más emotivas de su vida. "Saltó al campo en el descanso y nos cogió desprevenidos. Me gustó sobre todo cuando jugó con Nolito, porque se entienden muy bien". Los padres del delantero vieron el encuentro "solos en casa" y la madre explica que desde el momento del gol no paró de recibir felicitaciones. "Tenemos un grupo de Whatsapp con las compañeras del marisqueo y todas me felicitaron".

De todas formas, aunque el gol en Londres "fue de los más bonitos que marcó", María Juncal mantiene que el momento de la carrera deportiva de su hijo que más ilusión le hizo sigue siendo el de su doblete ante el Alavés "porque fueron goles muy importantes, ya que el Celta podía bajar".

En las redes sociales Aspas fue trending topic durante toda la noche. Su pareja escribió un tuit dándole la "enhorabuena" por el debut y por el "gran gol" y agradeciendo al atacante celeste "por hacernos disfrutar del fútbol de esta manera".

Desde la cuenta de Twitter oficial de su peña calificaron el tanto de "golazo terrible" y aprovecharon para mandar un "recadito" a aquellos que dudaron de la capacidad del moañés para rendir con la elástica nacional: "Para callar a los que antes te silbaron (...)", proseguía el tuit. Y es que las palabras de algún tertuliano de medios de ámbito estatal, como Siro López, cuestionando la talla del ya internacional, no sentaron nada bien entre la parroquia celeste.

Buena parte de Moaña se pegó al televisor para ver debutar a su vecino. "No recuerdo celebrar tanto un gol de la selección", apuntaban por la mañana en una cafetería.

Los hermanos del personaje del momento en el fútbol nacional tampoco se lo quisieron perder, incluso con obligaciones que dificultaban el visionado de los partidos. "Justo llegaba de trabajar. Estaba escuchando el partido por la radio y cuando encendí la televisión vi el gol de Iago", relata Urbe Aspas.

Bromea incluso con la suerte que le dio a su hermano para anotar ese tanto que espera que sea el primero de muchos. "Repetía que era una oportunidad única y que tenía que aprovechar cada segundo y así lo hizo", recuerda Urbe.