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Impulso extranjero en el Celta Femenino

Estudios, trabajo y otras peripecias vitales permiten que el club celeste cuente esta temporada con la ayuda de la venezolana Nediam Vargas, la francesa Alice Finot, la checa Karolina Puchmertlova y la alemana Isabelle Dege

De izquierda a derecha: Karolina Puchmertlova, Alice Finot, Isabelle Dege y Nediam Vargas, ayer en Balaídos. // R, Grobas

Al Club Atletismo Femenino Celta le brotan las extranjeras. La entidad celeste, que sólo había tenido una portuguesa en sus filas en tiempos modernos, le ha hecho ficha esta temporada a cuatro: la venezolana Nediam Nori Vargas, la checa Karolina Puchmertlova, la francesa Alice Finet y la alemana Isabelle Dege. Atletas en distintos grados de maduración, congregadas en Vigo por el azar de sus biografías, pero ya familia sobre el tartán de Balaídos.

El Celta mantiene sus coordenadas estratégicas, tanto en la institución masculina como en la femenina. Época de austeridad, con la cantera como alimento básico, sin limitar horizontes en la competición. Las chicas pelearán por el cetro autonómico y el ascenso a División de Honor en la Liga Nacional. Nediam Vargas impulsa esa ambición. La velocista venezolana es "otra historia", reconoce el olímpico David Gómez, uno de los entrenadores del club. Sus marcas en 100 metros lisos (11.42) y 200 (23.46) no tienen parangón en Galicia. Vargas bordeó la clasificación para Río. Se dedica al atletismo en cuerpo y alma. Quiso trasladarse a España en busca de buenas condiciones materiales y por vivir una temporada europea de invierno. El Celta se le ofreció como hogar. Vargas trabaja para el club como monitora de niños.

Alice Finet corrió con devoción durante años. "Pero durante los estudios no tuve mucho tiempo", explica la francesa, mediofondista, especialista en el 1.500 en la pista, además de disputar pruebas de cross y ruta. Concluida su carrera de ingeniería, Finet trabaja en Porriño. Aspira a mejorar sus registros personales. "Vamos a ver qué pasa durante la temporada", conviene. Mucho depende de cómo pueda conjugar todas sus obligaciones y aficiones. Finot también practica la hípica, se ha traído su caballo a A Freixa y competirá con él. En el Celta se ha puesto a las órdenes del reputado experto Manu Martínez Ageitos.

El atletismo es un territorio en el que la checa Karolina Puchmertlova se está adentrando a grandes zancadas. David Gómez la dirige en el grupo de pruebas combinadas y le augura un brillante porvenir. "Con muy poco entrenamiento ya ha conseguido hacer ciertas marcas debido a sus condiciones físicas. Mide 1.85 y tiene buenas palancas. A ver si conseguimos que entrene con cierta continuidad y mejore registros. No se puede hablar de ella como heptatleta al cien por cien, pero va a ser polivalente para el club. Su prueba fuerte es la jabalina -bordea los 45 metros-, pero también hará bien el peso. Y quizás también el 400 o el 200", pronostica.

Puchmertlova estudió dirección de proyectos durante un año en la universidad olívica gracias al programa Erasmus. Volvió a su país pero sin romper lazos con la ciudad olívica, a la que regresaba con frecuencia. "Sólo estaba esperando a acabar mi carrera y entonces me mudé a aquí", relata. En la República Checa trabajaba además para una empresa española como traductora e intérprete. En Vigo la han contratado en Econocom, una subcontrata de Citroën que da soporte telefónico a todas las empresas de la firma automovilística dentro de Europa. "Recibo llamadas en español, inglés, eslovaco y checo, y resuelvo problemas", describe Puchmertlova.

Del atletismo conocía aquello que se enseña en los planes checos de estudio, "desde el primer grado". Su trayectoria deportiva se movió por otros derroteros. "Empecé con tenis, competí en natación y encontré el bádminton. En la universidad lo dejé porque no estaban mis compañeras. Me di cuenta de que me había gustado tanto porque era lo que practicábamos un grupo de chicas que habíamos crecido juntas. Lo que realmente me gustaba eran mis amigas", indica sobre su abandono de la raqueta y la pluma.

Fue una inversión que rentabiliza en su nueva pasión. "El bádminton me ha ayudado sobre todo en jabalina. Tengo bien entrenado el brazo. Ya lanzo buenas marcas. Supongo que será mejor cuando aprenda. En otras pruebas no será tan fácil para mí. No creo que la altura se me dé bien".

Cinco metros sin esfuerzo

David Gómez sostiene que a Puchmertlova le convienen las pruebas combinadas en esta fase de su aclimatación. "Es adecuado para la formación, que debe empezar siempre por las pruebas combinadas. Luego, que cada atleta derive hacia lo que se le dé bien o lo que le guste. Karolina parte de una base deportiva interesante. Posee habilidades. Una chica tan alta suele ser descoordinada y ella es coordinada. Nos ayuda mucho. Hay ciertas marcas que le resultan fáciles", valora el decatleta olímpico, que descubre: "Sin entrenamiento ha saltado cinco metros en longitud, cosa que otras chicas se pelean toda la vida por hacer. Veremos sus marcas y a partir de ahí la enfocaremos".

Puchmertlova está satisfecha de cómo Gómez está gestionando sus primeros pasos. "Está muy preparado. Lo comparo con los entrenadores que tuve en República Checa. David se preocupa mucho, prepara cada entrenamiento para cada atleta. Le gusta el trabajo. Y eso se ve en los resultados".

Aunque todas veinteañeras, es Isabelle Dege la más joven e inexperta. La alemana está ahora mismo de erasmus en la Universidad de Vigo, donde estudia filología inglesa y española. En su país jamás hizo atletismo. "Jugué al fútbol durante ocho años. Me gustaba mucho, pero cuando empecé los estudios me fui de casa y lo dejé".

A la pista llegó tras conocer a Karolina y David. "Me hablaron del atletismo y quise probar", indica. "Nunca lo había practicado, aunque siempre se me dio bien correr". Gómez confirma: "Empezó conmigo porque me conoció. Quiso venir a ver, le gustó y ha querido quedarse. Yo le vi condiciones para hacer fondo. La mandé con Manu Martínez Ageitos. Debido a su horario e inquietudes quiere probar cosas. Está realizando un entrenamiento en conjunto. Hace el trabajo de fuerza y coordinación conmigo, aunque en competición está orientada al fondo". Dege explica: "Me falta probar salto de altura, pértiga? Tengo tiempo".

Lo que entusiasma a la germana es el ambiente que se vive en el Celta. "Estoy encantada. Me han acogido con los brazos abiertos. Siempre se interesan por mí, me ayudan mucho, me cuentan muchas cosas del atletismo que desconocía. Es un mundo completamente nuevo que me están enseñando".

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