El duelo entre los hermanos Montes, Marcos, técnico del Choco, y Jacobo, entrenador del Alondras, se saldó con triunfo del segundo para romper así la racha de su equipo de seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, al tiempo que ampliaba ya a otros tantos encuentros seguidos sin ganar por parte redondelana.

El grado de conocimiento entre ambos técnicos y sus equipos es tal que no existe el más mínimo margen para la sorpresa táctica. Cada uno conoce a la perfección las fortalezas y debilidades de su rival y trata de explotarlas. Esto derivó en un partido poco vistoso para los aficionados que se dieron cita en Santa Mariña, con mucho control y pocas llegadas claras a las áreas. Sí hubo bastantes acercamientos y numerosos centros laterales con más peligro aparente que real.

Pese a todo, la primera opción del partido fue para los locales cuando aún no se había cumplido el segundo minuto de juego. Fue en un disparo de Marcos al que Martín reaccionó muy bien. El único acercamiento reseñable por parte del Alondras no llegó hasta casi el intermedio pero, sin embargo, fue mucho más claro. Una rápida salida al contragolpe tras recuperar la pelota en un córner a favor del Choco permitió a Álex Gómez quedarse solo ante Cortegoso, quien le adivinó la intención en el mano a mano logrando despejar a córner su derechazo.

El inicio de la segunda mitad mostró a un conjunto de Marcos Montes muy nervioso, perdiendo dos pelotas en la salida que casi le cuestan un disgusto. Y cuando parecía que empezaba a sobreponerse llegó el gol que acabaría dando el triunfo a los pupilos de Marcos Montes. Fue en un córner despejado bien en primera instancia por los redondelanos. Pero el rechace acabó a pies de Borja, que golpeó con su pierna izquierda. El disparo parecía ir mansamente a las manos de Cortegoso hasta que golpeó en Yago para cambiar la trayectoria y llevar la pelota al fondo de la portería local. Con ventaja en el marcador, el Alondras optó por replegarse esa última media hora.