Gran Canaria sigue siendo una pesadilla para el Celta. El maleficio del estadio de la UD Las Palmas se cruzó de nuevo en el camino del equipo vigués. Fue un partido extraño. De montaña rusa. El equipo vigués saltaba al verde con prácticamente el equipo de gala, pero con la ´cara B´ en lo táctica. El cuadro celeste cedía terrenos. Esperaba agazapado. Ponía a prueba su solidez y esperaba para golpear al adversario a la contra.

La efectividad fue máxima. Tres disparos, tres goles. Daniel Wass abría el marcador a los cinco minutos de partido. Potente libre directo que sorprendía a la barrera y también a Raúl Lizoain. El Celta apenas había inquietado a un rival que era el claro dominador de la posesión del esférico. Así fue durante el resto del primer acto. El balón era amarillo, pero el cuadro celeste sacaba provechó en cada llegada al marco rival. Iago Aspas, que provocó la falta transformada por el danés, sacaba la varita mágica. Se asociaba a la perfección, primero con Sisto y después con Orellana, para encajar un severo correctivo al conjunto de Quique Setién.

El Celta supo sobrevivir hasta el descanso. El primer acto acabó con la ocasión más clara para la UD Las Palmas hasta el intermedio. Sergio Álvarez sacó una buena mano al remate de David García. Tras la reanudación, Quique Setién instaló el partido en una montaña rusa. Locura total. Se vio a un equipo vigués que empezó a sufrir el desgaste físico. La sangría empezó en una acción a balón parado, la gran hemorragia de este equipo. Bigas aprovechó una mala salida del Gato de Catoira para alimentar el milagro local. Fue cuando entró a escena el gafe de Gran Canara. El Celta reaccionó al tanto de los amarillos. Gran jugada personal de Aspas, que dejaba el gol en bandeja a un Tucu Hernández que remató al palo de la portería de Lizoain.

De la sentencia al acoso de la UD Las Palmas. Quique Setién decidió ir con todo. Retiraba a Vicente Gómez y daba entrada a Livaja. El "9" amarillo sería determinante. Provocó un dudoso penalti cometido por Sergi Gómez, que veía la segunda amarilla y dejaba al Celta en inferioridad numérica. Jonathan Viera no perdonó. Mientras Berizzo reestructuraba la defensa con la entrada de Jonny llegaría el tercer tanto de los locales. Prince Boateng neutralizaba el espectacular arranque realizador de los celestes. La montaña rusa seguía imparable.

Aún restaban veinte minutos para la conclusión. El equipo de Berizzo mostraba de nuevo sus dos caras. De un excelente primer acto a un segundo período muy vulnerable. Dos partes muy distintas. Como ese ´microclima´ que convierte a Vigo en una ciudad diferente. Nuboso en unas horas, soleado en otras. El Celta tiró de optimismo. El diluvio cesó. Y siempre acaba escampando. Pese a la inferioridad numérica, el conjunto vigués buscó el triunfo. Estuvo a punto de llegar en el descuento, cuando Marcelo Díaz envió al palo una asistencia magistral de Iago Aspas. El gafe de Gran Canaria sigue vigente, aunque por lo menos, este año, el equipo vigués ha sobrevivido a esa maldición. Araña un punto que le permite seguir en la lucha por la sexta plaza, un punto de confianza de cara al ilusionante partido ante el Ajax en Ámsterdam y que debe hacer bueno el próximo domingo frente al Valencia.

Ficha técnica:

UD Las Palmas: Raúl Lizoain; Macedo, David García, Bigas, Dani Castellano; Roque Mesa, Vicente Gómez (Livaja, 62´), Tana (Momo, 75´); Boateng, Jonathan Viera (Araujo, 85´) y Araujo.

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Roncaglia; Radoja, Wass (Bongonda, 76´), Tucu Hernández; Orellana (Marcelo Díaz, 33´), Pione Sisto (Jonny, 69´) y Aspas.

Goles: 0-1: Daniel Wass (5´); 0-2: Iago Aspas (14´); 0-3: Iago Aspas (21´); 1-3: Bigas (52´); 2-3: Jonathan Viera (penalti) (66´); 3-3: Prince (68´)

Árbitro: Melero López (comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Boateng y Momo por la UD Las Palmas mientras que por el Celta vieron cartulina amarilla Hugo Mallo, Radoja, Iago Aspas, Sergi Gómez, Tucu Hernández, Wass y Marcelo Díaz. Expulsó a Sergi Gómez (65´) por doble amarilla.