El partido ya ha comenzado. Berizzo ya tiene su mente su equipo. Los aficionados, también. Todos visualizan ya el encuentro. Unos verán a un Aspas heroico, otros a Radoja y al Tucu Hernández imponiendo su dominio en el centro del campo. El denominador común, el mismo para todo el celtismo: un triunfo para un Celta que quiere demostrar el clásico del fútbol gallego para demostrar quién manda en Galicia.
El Celta está decidido a cerrar ese debate. O por lo menos a que no se reabra. Perder supondría acercarse a los puestos de peligro. El Deportivo incluso lo superaría en la tabla. Ganar, en cambio, mantendría a los celestes en una zona tranquila. La obligación de la salvación estaría un poco más cerca y, de paso, permitiría dejar atrás la goleada sufrida en El Madrigal y encajar con optimismo las citas ante la UD Las Palmas y la tan anhelada visita al Ajax a Ámsterdam.
El derbi se antoja como el bálsamo definitivo para los de Berizzo. También para el eterno rival, que sucumbió con estrépito en el Camp Nou ante el todopoderoso FC Barcelona. El Celta es sabedor de las virtudes del Dépor, un conjunto que podría apostar en Balaídos por ese sistema llamado ´anti Barça´ que no funcionó la pasada semana por culpa de la lesión de Sidnei. La táctica es sencilla. Dos líneas de cuatro muy juntas para neutralizar el juego interior del rival y esperar para sorprender a la contra. Lo visto el jueves ante el Ajax podría invitar a Garitano a decantarse por este camino para intentar asaltar Balaídos.
Berizzo lo sabe. Precisamente en sala de prensa ha elogiado el contragolpe de los herculinos y lo cómodos que se sienten jugando con espacios arriba. Cobra importancia que el Celta construya con facilidad desde atrás y se muestre certero en los metros finales. La figura de un futbolista con las características de Fontás será determinante, al igual que el concurso de hombres como Fabián Orellana, Wass o Tucu Hernández.
La otra clave del derbi estará en el juego aéreo. El Celta debe sobrevivir ante una de las grandes virtudes de este Deportivo. El balón parado -con dos centrales altos como Albentosa y Sidnei- y los centros laterales -buscando a un rematador como Andone, que llega tocado- serán dos tests para probar la solidez de Sergio Álvarez y una retaguardia que llega al clásico del fútbol gallego con la ausencia por sanción de Sergi Gómez.
La otra batalla particular estará en la medular. Berizzo ha dejado entrever que Radoja y Tucu Hernández serán titulares. Su duelo con Mosquera y Borges es fundamental. También el talento del turco Emre puede poner en aprietos la victoria celeste en el derbi. El papel del serbio y del chileno será fundamental para que el bloque que dirige Berizzo sea capaz de imponer su juego ante un Deportivo que buscará sorprender a balón parado y esperando el rival del contrario.
En la vanguardia habrá la batalla de las batallas. Iago Aspas y Orellana contra dos centrales contundentes como Sidnei y Albentosa. Ante la ausencia de Guidetti, Berizzo se decanta por atacantes con mucha movilidad. Giuseppe Rossi podría disponer de minutos en el segundo tiempo.
La otra llave del derbi gallego podría estar en la banda izquierda celeste. Bongonda o Pione Sisto tendrán como ´pareja de baile´ a Juanfran, que actúa como lateral pero que durante su etapa de formación en el Real Madrid Castilla era extremo. El deportivista ataca bien, pero sufre en el uno contra uno, una de las facetas destacadas del belga, del danés o de otros célticos como Fabián Orellana.
La fiesta del fútbol gallego está a punto de empezar. Celta y Deportivo buscan escapar del descenso. Los vigueses esperan mantener los malos registros del equipo de Garitano lejos de Riazor, donde solo ha logrado dos puntos de doce posibles (ni ha ganado ni ha marcado a domicilio) mientras que Aspas, el ídolo local, busca su primer gol y su primer triunfo en partido oficial ante su eterno rival.
Posibles alineaciones:
Celta: Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja, Tucu Hernández, Wass; Bongonda, Orellana y Iago Aspas.
Deportivo: Lux; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Navarro; Mosquera, Borges; Emre, Marlos, Fayçal Fajr; y Andone.
Árbitro: Álvarez Izquierdo (comité catalán).
