El Celta B sigue en lo más alto de la ola tras la victoria de ayer ante el Valladolid B en el Municipal de Barreiro. Los célticos se mantienen en la tercera plaza del grupo, con una cómoda ventaja sobre el cuarto clasificado, y pendiente de los resultados de los partidos de hoy, que podrían dejarlo emparejado con el segundo clasificado.

Lo más importante del encuentro de ayer fueron los tres puntos, ya que no fue un buen encuentro, sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos. Los dos equipos quisieron hacerse dueños del centro del campo, por lo que se acumularon demasiados jugadores en la parcela ancha, haciendo que el balón no circulara con fluidez y, por lo tanto, los guardametas no tuvieran demasiado trabajo. A pesar del juego en el centro del campo, sí hubo tiempo para la polémica, con dos fueras de juego prácticamente consecutivos señalados a Borja Iglesias, que se plantaba solo ante el guardameta pucelano, Dani Hernández.

La pimienta de los primeros cuarenta y cinco primeros minutos de juego llegó en los minutos finales, cuando hubo sus más y sus menos por alguna que otra entrada fuera de tono, pero que no fue a mayores. Lo cierto, es que tal y como transcurrieron los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, estaba claro que si alguien se llevaba los tres puntos sería por alguna jugada puntal a balón parado como así sucedió al final del encuentro.

El paso por el vestuario le hizo un gran bien al partido. Los dos equipos se dieron cuenta que tal y como se estaba desarrollando el juego era muy complicado que alguien se llevara la victoria, y en las dos primeras jugadas del partido quedó claro que el desarrollo del juego sería muy diferente al de la primera parte.

Hicham pudo abrir el marcador, a los siete minutos, tras una buena jugada en la que se quedó solo ante Dani, estrellando su disparo en el cuerpo del portero pucelano. El rebote le cayó a Borja Iglesias que conectó un potente disparo, pero el balón salió fuera. Parecía que el Celta B quería tomar las riendas del encuentro, pero poco después el Valladolid B reaccionó con una llegada que dejó muy a las claras que no quería ser una comparsa.

Sin embargo, en el minuto sesenta y cinco llegó la jugada que marcaría el desarrollo del encuentro, en una nueva internada del Celta B que acaba con el balón en los pies de Borja Iglesias. Corral entra al cruce y el delantero vigués cae al suelo, señalando el colegiado el punto de penalti, materializando el propio Borja Iglesias la pena máxima.

A partir de ese momento el partido se rompió. El Valladolid B dio un paso al frente buscando una jugada que le permitiera lograr el tanto de la igualada, mientras que el Celta B disponía de varias contras para sentenciar el partido.

A media que pasaban los minutos y se acercaba el final del encuentro, el filial céltico fue poco a poco retrasando sus líneas para tratar de frenar el juego ofensivo del Valladolid B, que puso toda la carne en el asador para lograr el empate.

Logicamente el filial céltico incrementó el trabajo defensivo para evitar una sorprensa, pero tampoco descartó salir a la contra para marcar un segundo tanto que sentenciara defintivamente el encuentro. A pesar de que el partido se prolongó cuatro minutos más, el marcador no se movió y el Celta B lograba la sexta victoria de la temporada que lo afianza en puestos de play off.