El Benito Villamarín examina a un Real Madrid obligado a reaccionar tras cuatro empates consecutivos -tres en Liga y uno en Champions-, en un duelo en el que Zinedine Zidane se reencuentra con el Real Betis, que ya le empató 1-1 la pasada campaña y que intentará hacer valer su ilusión.

El Betis del técnico uruguayo Gustavo Poyet es decimoquinto con 8 puntos después de un inicio de liga irregular. Con orgullo y ambición intentará aprovechar la crisis de resultados del todopoderoso Real Madrid, que además cuenta con muchas bajas, para regresar a la senda de las victorias.

Mientras, el Real Madrid acude a la cita con el objetivo de salir de su peor momento de la temporada, tras ver como el fin del récord de triunfos enlazaba con otra racha que también va camino de registro histórico del club con cuatro empates consecutivos. Villarreal, Las Palmas, Borussia Dortmund y especialmente doloroso el último, ante Eibar en el Santiago Bernabéu, plasman el bajón.

Zinedine Zidane asume toda la culpa en una última comparecencia con una autocrítica elevadísima. Llega hasta afirmar que no es un gran entrenador y que sigue siendo un técnico "joven con ganas de aprender". Su mensaje tiene un fondo que se asocia con el buen fútbol. Ante los malos resultados promete juego ofensivo. Es lo que buscará en el Villamarín donde espera que reaparezca la imagen real de un Cristiano a ha recuperado su olfato goleador con Portugal.