El alemán Tony Martin, del equipo Etixx-Quick Step, logró en Doha su cuarto título mundial de contrarreloj al imponerse con un crono de 44:42.99, mientras que el español Jonathan Castroviejo por fin pudo saborear un podio al colgarse el bronce.

Martin, campeón en 2011, 2012 y 2013, recuperó el cetro universal de la especialidad y consiguió su séptimo podio, tras haber sido tercero en 2009 y 2010 y segundo en 2014. El alemán precedió en el podio al bielorruso Vasil Kirienka, vencedor en los Mundiales de 2015 en Richmond (EEUU) y que marcó un tiempo de 45:28.04, y al español Jonathan Castroviejo, con 45:53.90.

Bajo un intenso calor y apenas público por el recorrido, de 40 kilómetros, la prueba contrarreloj estuvo marcada por el magnífico tiempo que consiguió el sorprendente irlandés Ryan Mullen, quien paró el reloj en 46:04.74 y llegó a soñar con alcanzar el podio. Sin embargo, cuando empezaron a salir los grandes aspirantes el decorado cambió. Tony Martin exhibió todo su potencial en las rectas catarís y poco a poco comenzó a marcar la pauta para cerrar con un nuevo oro mundial un mal año.

La tremenda potencia del germano le reportó otra vez la corona e igualó en el palmarés con otro mito de la lucha contra el reloj como Fabian Cancellara. El corredor de Cottbus, de 31 años, irremisiblemente, según cubría los parciales, acababa con el sueño de Mullen y cuando llegó a meta firmó un tiempo imbatible de 44:42.99.

Kiryenka partió el último en su condición de defensor del título. El ciclista del Sky se fajó y de no haber sido por la exhibición de Martin podría haber revalidado la corona, pero al final cambió el oro de Richmond por la plata en Doha con un crono de 45:28.04.

El podio lo cerró Castroviejo. El corredor del Movistar por fin puso fin a su maleficio, tras los cuartos puestos de los pasados Mundiales y en los Juegos Olímpicos, y saltó al podio.