En Sepang, sí, los Red Bull de Daniel Ricciardo y Max Verstappen acababan con el dominio insultante de los Mercedes, pero lo lograban más por los problemas de la escudería germana que por méritos propios, aunque los méritos siempre existen cuando se gana. En Sepang, sí, volvió la emoción al campeonato con una carrera de muchas alternativas. Nico Rosberg, por ejemplo, se vio fuera en la primera curva por culpa de un exceso de celo de Sebastian Vettel pero al final acabó en el podio y con el liderato reforzado; en tanto Lewis Hamilton pasaba de sentirse de nuevo al frente de la general a comprobar cómo a 15 vueltas para el final ardía el motor de su "flecha de plata". El inglés acababa regresando al garaje montado en una scooter y echando sapos y culebras por la boca, "Mercedes ha fabricado 43 motores este año y sólo se rompen los míos. Alguien tendrá que darme una explicación. Esto es inaceptable", señalaba el piloto, quien no duda en propagar que existe una conspiración en su contra pergeñada en su propia escudería.

En Sepang, sí, ganaron los Red Bull y estalló de nuevo la batalla en Mercedes, pero el gran protagonista de la jornada venía un poco por detrás: Fernando Alonso. El asturiano, condenado a la última plaza de la parrilla por los muchos cambios realizados en su McLaren-Honda, había asegurado que el objetivo pese a todo seguía siendo estar en la lucha por los puntos. Y realizó una promesa: "Vamos a atacar".

Palabra de campeón. Fue apagarse el semáforo rojo y comenzar el festival del bicampeón ovetense, que lograba pasar de puntillas y sin daños por el embudo formado en la primera curva tras el incidente entre Vettel y Rosberg. Cuando se clarificó el pelotón ya era undécimo, para en la cuarta vuelta entrar por vez primera en el día en los puntos al superar a su "ahijado" Carlos Sainz con un adelantamiento de maestro. Lección gratuita.

En una pista muy especial para él, en la que logró su primer podio y su primera pole, y en la que ha ganado con tres escuderías distintas (Renault, McLaren y Ferrari), Alonso había superado también a Grosjean y era noveno cuando realizó el primer cambio de neumáticos. Salió decimoquinto y con el cuchillo entre los dientes. Adelantó a Hulkenberg, Nasr, Ocon, Palmer, de nuevo a Sainz y a Ericsson para situarse décimo antes de realizar (giro 28, en el ecuador de la prueba) el segundo cambio de neumáticos. Volvió decimocuarto. Más madera. Ahora son Nasr, Hulkenberg, Palmer, Ericsson, Sainz por tercera vez y su compañero Button quienes, uno tras otro, van cayendo víctimas de sus ataques.

Octavo rodaba Alonso cuando en la vuelta 41 el Mercedes de Hamilton rompe en llamas. La carrera da un nuevo giro. Ricciardo y Verstappen se quedan en cabeza, mientras Rosberg se encuentra con una tercera plaza que le sabe a victoria pues le "regala" 15 puntos sobre Hamilton cuando hasta entonces los tenía perdidos.

El coche de seguridad provocado por Hamilton y por la rueda que perdió Esteban Gutiérrez llevó al asturiano a realizar su tercer paso por el garaje. Sale séptimo dispuesto a una carrera al sprint aunque la caballería de su MP4-31 ya no le daría para dar caza a "Checo" Pérez, a quien llegó a recortar casi un segundo por vuelta en los giros finales. Séptimo por cuarta vez en la temporada.