El Celta rompe el maleficio de Cornellá con una sufrida e inesperada victoria. El equipo celeste esperó hasta el tiempo de descuento para asestar dos puñaladas mortales al Espanyol. Dos cuchilladas en forma de goles, de Rossi y de Sisto, que sirvieron para dar la sorpresa en el estadio perico cuando los dos equipos ya daban por bueno el empate. El cuadro de Eduardo Berizzo no consiguió generar ocasiones claras en los noventa minutos reglamentarios en un encuentro en el que brilló más en defensa que en ataque. Los catalanes plantearon un partido marcado por la intensidad y contaron con los acercamientos más peligrosos. Sin embargo, un balón llovido a la espalda de la defensa blanquiazul en el ocaso del choque lo cazó Giuseppe Rossi para desatar la tormenta en Barcelona. El delantero italiano, al que le sobra clase y olfato, remató por encima de Diego López con una vaselina que trazó una parábola perfecta. Sisto, con el equipo local volcado, marcó dos minutos después tras culminar una jugada de contragolpe personal.

Eduardo Berizzo no se reservó ninguna sorpresa en su alineación y solo introdujo las modificaciones ya anunciadas del Marcelo Díaz por Pablo Hernández y de Jonny por Hugo Mallo respecto al equipo que jugó ante el Sporting. El equipo vigués empezó con la batuta de mando. El primero en avisar fue Pione Sisto con una internada por la banda derecha que resolvió sin apuros Diego López. Pero con el avance de los minutos se igualaron las fuerzas. El partido se atascó en el centro del campo motivado por la intensidad con la que jugaban ambos rivales. El juego de ambos, muy trabado, no permitió que ningún equipo se acercase con claridad al área contraria.

El único que pudo escaparse de la vigilancia de la zaga blanquiazul fue Bongonda. El belga aprovechó su velocidad para plantarse en el área ante Diego López. Pero llegó demasiado forzado y le faltaron fuerzas para definir. El ex portero del Madrid despejó la pelota con la rodilla por línea de fondo. En el lado contrario del terreno de juego tuvo que ser Sergio Álvarez quien salvase al Celta de ponerse por debajo en el marcador. En un despiste defensivo de los vigueses Leo Baptistao se plantó solo ante el cancerbero de Catoira, que le aguantó el pulso al delantero brasileño y despejó su chut por la línea de fondo.

La ocasión tan clara desperdiciada avivó al Espanyol. Los pericos lo intentaron hasta el descanso con otro remate mordido de Baptistao desde el interior del área tras una buena asistencia de Reyes y otro de David López que a punto estuvo Jonny de introducir en su propia portería.

En la segunda mitad el Celta tampoco consiguió llevar el partido a su terreno. El equipo estuvo más pendiente de no permitir espacios al Espanyol que de crearse los suyos propios. Iago Aspas, rodeado por Sisto y Bongonda, se sintió falto de socios en ataque. Al Espanyol, por su parte, se le multiplicaron los problemas por culpa de las lesiones. Quique Sánchez Flores se vio forzado a agotar sus cambios antes del minuto 70 por las lesiones de Baptistao y Reyes. Entraron Caicedo y Jurado, lo que mejoró al cuadro local. Sergi Gómez evitó con la puntera de su bota un remate franco de Gerard Moreno desde el punto de penalti y Jonny, justo después, sacó bajo los palos un testarazo de un atacante catalána la salida de un córner.

Berizzo, que introdujo a Rossi, al 'Tucu' y a Mallo al final del partido, consiguió que su equipo aguantase el arreón final del Espanyol, que en su búsqueda de los tres puntos no se dio cuenta de que Rossi se había colado a la espalda de sus centrales para cazar un balón de Cabral que parecía que no iba a ninguna parte. El italiano, el más listo de la clase, definió con una vaselina perfecta ante la apurada salida de Diego López. Cornellá enmudecía al mismo tiempo que perdía el embrujo que había impedido a los celestes ganar entre sus gradas. El Espanyol, a la desesperada, trató de recuperar el punto que Rossi les había quitado, oportunidad que explotó Sisto para demostrar que es letal con espacios. El delantero danés se recorrió el campo entero en un contragolpe que él mismo culminó en cuanto se asomó al balcón del área. Diego López no pudo hacer nada ante su potente disparo ajustado al palo.

Segunda victoria para el Celta de la temporada y segunda consecutiva. El Celta despliega sus alas en Cornellá y ya vuela hacia la zona tranquila de la clasificación. Pero su agenda no se detiene para festejos. El jueves visita Balaídos el Panathinaikos en el partido correspondiente a la segunda jornada de la Europa League y el fin de semana llega el Barcelona.