La selección española de béisbol se ha proclamado subcampeona de Europa. Solo Holanda, la anfitriona y potente en esta periferia del bate, se le atragantó en la final (3-2). Un éxito extraordinario, que España no conseguía desde hace 61 años. Y su artífice desde el banquillo ha sido Paco Figueroa, un estadounidense de padre mosense, que en la localidad gallega conserva familia y que anuncia: "Esto es el principio de cosas muy buenas que están por venir".

Figueroa jugó profesionalmente en los Baltimore Orioles (2005-2011), en las ligas profesionales menores. Y fue internacional con España, al poseer la doble nacionalidad, entre 2009 y 2014. El pasado mes de junio la Federación Española anunciaba su nombramiento como seleccionador, una decisión que se ha revelado acertada.

"Como jugador he sido compañero de todos los que ahora he tenido este año en mi debut como manager", resalta Figueroa como una de las claves del gran desempeño en el Europeo. "La relación con todos seguía ahí. Trabajaron duro como hombres y me respetaron como profesionales que son".

El diálogo constante forma parte de su librero técnico. "Yo quiero saber todo de ellos cada vez que entrenamos. En este juego la confianza es fundamental". Recita otro salmo personal: "Controla lo que tú puedes controlar y olvídate de lo demás. Los resultados son después los resultados. Si los jugadores se enfocan en el trabajo, yo les prometo que ganaremos".

Ese proceso de convicción funcionó de manera casi mágica hasta la batalla por el título con Holanda. "Fue difícil. Nosotros, en mi mente, teníamos el mejor equipo. Pero hicimos historia y a Holanda hay que concederle el crédito de que siempre tiene un buen equipo. Ahora los demás países saben que también España lo tiene. El béisbol está cogiendo fuerza. Todavía no se conoce mucho y se practica poco, pero tiene posibilidades de ser un deporte de futuro".

Figueroa apenas ha podido disfrutar de lo conseguido en territorio europeo. Enseguida cogió un vuelo hacia Estados Unidos. Este año ha firmado como coordinador de bateo en los equipos de ligas menores de Los Ángeles Dodgers. "Es una gran experiencia", valora y a la vez agradece: "Los Dodgers me han permitido ir con la selección a probar como manager. Es una gran oportunidad en mi carrera y además adoró la selección española. La siento muy cerca de mi corazón por mi padre y mi familia de Mos, que es uno de mis pilares. Me apoyan y me animan para sacar lo mejor de mí. Los adoro".