El baloncesto ha unido a Agustín Alejos y Shelley Cronau, nacidos a más de 15.000 kilómetros de distancia, prácticamente en sus antípodas. La pareja pronto emprenderá una nueva etapa profesional en Vigo. "Tenemos muchas ganas de empezar", confiesa el vigués.
Alejos gasta en rutas turísticas sus últimas horas en Brasil, todavía con la emoción de lo vivido a flor de piel. Se acaba de proclamar subcampeón paralímpico con la selección española. Confiesa: "Esto ha superado mis expectativas".
España ha firmado un torneo asombroso. En el grupo batió al campeón olímpico en Londres 2012, Canadá; en los cruces, al vigente campeón mundial, Australia, y a Gran Bretaña, habitual de los podios. A Estados Unidos le exigió el máximo hasta el último cuarto, cuando se le despegó hasta el 52-68. "Habíamos jugado amistosos con ellos en Colorado antes de ir a Río y todos nos los habían ganado de 30. Mejoramos mucho", advierte Alejos, que evalúa la enormidad de la gesta española, incluso en esta derrota: "Estados Unidos es una escuela enorme. Por eso están medio paso por delante del resto. Ellos tienen un campus de selección de 400 jugadores y nosotros, de 24. Haber estado tan cerca ha sido increíble".
El vigués formó parte de la rotación durante la fase de grupos. Su participación menguó hasta no jugar en algún cruce. En la final dispuso de un minuto. "Si el equipo gana, aunque no juegue, estoy contento. No tengo nada que reprochar", asegura. "Los partidos de la fase de grupos eran más acordes a mis características, más veloces. En los cruces se hicieron más físicos. Y por las combinaciones con mi puntuación -él es un 4,5-, no era posible tenerme en cancha con otros tres puntos altos. Sabía que mi protagonismo iba a ser menor".
Shelley Cronau, internacional por Australia, no ha podido compartir con Agustín la experiencia olímpica. No en su sustancia, como jugadora, en la cancha y la villa olímpica. Cronau fue el último descarte de la selección femenina "aussie" en Londres 2012, igual que Alejos con España. En este ciclo paralímpico se había asentado entre las imprescindibles, pero Australia quedó sorpresivamente apeada en el proceso de clasificación. "Shelley ha estado aquí algunos días conmigo. Se ha ido a trabajar en un campus con su selección y al acabar ya se trasladará a Vigo".
Agustín Alejos, que nació sin gemelo en la pierna izquierda, encontró en el baloncesto en silla de ruedas pasión, oficio y terreno de crecimiento. Criado en el Amfiv, ha tenido varias aventuras en España o el extranjero y en 2010 quiso probar fortuna en Australia. En los Queensland Spinning Bullets conoció a Shelley Cronau. La joven, que se rompió parcialmente la médula al caerse por unas escaleras, empezaba a manejarse con el baloncesto. Se hicieron amigos y la relación cuajó en sentimental. Hace dos años se casaron en Australia, aunque todavía están arreglando los papeles en España.
Shelley ya conoce Vigo. Acompañó a Agustín a su ciudad natal por primera vez en abril de 2011 y desde entonces ha repetido. Durante sus estancias la jugadora había participado en los entrenamientos del Amfiv. El mejor test para comprobar su talento de cara a integrarla en la División de Honor, que es mixta. El Amfiv acaba de cerrar la contratación de ambos. Shelley es clase 2,5, pero se le resta un punto por la reducción que se aplica a las mujeres. Ya disputó los últimos meses de la pasada liga española junto a Alejos en Canarias. La operación conviene al club y al matrimonio. "Se está montando un muy buen equipo", elogia Alejos. También se ha concretado el fichaje del inglés Abdi Jama, "el mejor punto 1 del baloncesto europeo y mundial", exclama, "no lo puedes dejar nunca solo, ni desde el triple, y eso puede abrir muchos espacios para Zavala, Lorenzo, Julio y yo".
El Amfiv se entusiasma. "El nivel de los entrenamientos va a subir muchísimo", acepta Alejos. Aunque advierte que pelear por el título excede lo lógico: "Vencer al Illunion será complicado. Cuando nos toque medirnos sobre la cancha lo daremos todo. Pero yo comparto vestuario en la selección con cinco de sus jugadores y sé que es muy difícil".
