El 15 de septiembre de 1971 el Celta se presentó en Europa en la eliminatoria de la Copa de la UEFA ante el Aberdeen. Sucumbió en los dos partidos. En Balaídos por 0-2 y en Escocia por 1-0. Esta tarde el equipo vigués regresa a la competición europea, la Europa League, la sucesora de aquella UEFA pero con un nuevo formato. Y también será el 15 de septiembre, pero justo 45 años después. Juan Fernández Vilela, Manuel Otero Jiménez, José Fernando Martínez Rodilla y Manuel Rodríguez, 'Manolo', fueron algunos de los protagonistas de la primera cita continental. La recuerdan bien, la vivieron intensamente y se lamentaron de su mala suerte. Aunque los cuatro aclaran muy pronto que "esos partidos los perdimos nosotros. No nos ganaron ellos". La frase resume el sentimiento que les quedó en una época en la que no se valoró debidamente la gesta futbolística de poder competir en Europa. Eran otros tiempos, complejos para la sociedad española.

En la reunión participan cuatro de los jugadores que protagonizaron en el equipo dirigido por Juan Arza uno de los momentos más importantes en la historia céltica. Se reencuentran en Balaídos, "no hay otro sitio mejor", y se emocionan de manera particular. Entre ellos sigue existiendo la amistad que conservan de manera inquebrantable desde hace muchos años. Sorprenden sus constantes risas y también sus caras de felicidad. Aunque Manuel Otero Jiménez, conocido como Filomatic, arrastra problemas en una pierna que le impide caminar con agilidad y se queja con frecuencia.

Hablan con autoridad. Recuerdan detalles, destellos de una historia cargada de simbolismo. Rodilla señala que "aquello fue emocionante. Logramos el ascenso con el Celta y en dos temporadas nos plantamos en Europa. Pero curiosamente nadie valoró eso. A Balaídos acudieron los de siempre". Y añade con cierta nostalgia que "ahora sería distinto". Transmite el jugador que ese día el estadio vigués vivió una jornada que pareció normal, aunque en el vestuario no fuera así.

Manolo, el gran capitán, recurre a las palabras "especial, bonito e ilusionante" para definir el primer partido continental del Celta. No hacía falta más motivación para jugar. Sin embargo, las cosas no salieron en el campo como se esperaba. El emblemático futbolista reconoce que "teníamos un equipo muy joven y pagamos la novatada. El Aberdeen era muy fuerte en aquella época. La mitad de la selección escocesa jugaba con ellos". Y reconoce: "Cometimos demasiados errores".

El Celta perdió en Balaídos por 0-2. Los goles los encajó en la primera media hora. Harper abrió el marcador a los seis minutos. Veinte después marcó Forrest un gol olímpico, aunque en algunas crónicas se dice que fue un jugador céltico el que remató contra su propia portería el lanzamiento desde la esquina. Juan Fernández sostiene que "fue un fallo del portero y la defensa. Ninguno de los nuestros tocó la pelota. Mala suerte o como se le quiera llamar". El jugador insiste en que "no debimos perder la eliminatoria. Recuerdo que en el partido en Escocia casi les ganamos". Ese encuentro lo perdieron los vigueses por 1-0 en el último minuto. Alarcia, que fue el portero titular por la lesión en una mano de Gost, logró detener un penalti.

En Balaídos, cuentan las crónicas, se vivió un encuentro intenso. Incluso se habla de que los jugadores de los dos equipos se dieron 'mucha leña'. Juan Fernández reconoce que "fue intenso, es cierto. Éramos dos equipos fuertes y aguerridos. Esa era la filosofía que teníamos. Fue duro, pero nadie hizo entradas con mala intención. Ante todo, nobleza".

De izquierda a derecha: Jiménez, Manolo, Rodilla y Juan Fernández // R. Grobas

Manuel Otero era el único que tenía experiencia internacional antes de jugar aquel partido. La había adquirido en el Barcelona. Afirma rotundo que "al Aberdeen le dimos un baño. Así de claro. Pero en el fútbol valen los goles. Y eso fue lo que nos faltó. También el tener algo de suerte y no cometer tantos errores". Cuando habla del Celta se refiere "al gran equipo de Vigo, a unos compañeros excepcionales y a un equipo histórico". Guarda sus recuerdos como un tesoro imborrable. Y cada vez que habla gesticula con energía.

Gost, Pedrito, Domínguez, Hidalgo, Manolo, Rivera, Lezcano, Juan, Rodilla, Almagro y Jiménez fueron los once jugadores elegidos para enfrentarse al Aberdeen en Balaídos. "Un equipazo", dicen los cuatro. El ambiente en el vestuario era magnífico. Todos eran conscientes de que estaban ante el crecimiento de "un gran club", tal como dice de forma insistente Manuel Otero Jiménez. Le llama "Celta de Vigo, así con apellido, ya que representamos a una gran ciudad". Y lo repite una y otra vez.

Después de la dolorosa derrota en Balaídos, quedaba el partido de vuelta en Escocia. El viaje en avión, Vigo-Madrid-Glasgow, fue también una odisea. No había aficionados que acompañaran al equipo y solo fueron algunos periodistas. El avión tuvo problemas para aterrizar en Glasgow debido a la niebla. "Estuvimos dando vueltas mucho tiempo hasta que aterrizó. No nos dimos cuenta del problema de la niebla", dice Juan Fernández. Ante esto Manuel Otero replica que "yo lo sabía. Tenía asiento en la ventanilla". La risa se hace contagiosa.

Cuando llegaron al campo se encontraron con la sorpresa del vestuario. "Abrimos una ventana y vimos un cementerio. Menudo paisaje", recuerda Manolo. Allí, en Escocia, el fútbol se vivía con otra pasión. El Celta jugó a un gran nivel pero perdió por 0-1. Harper le dio otra vez el triunfo a su equipo en el último minuto. Juan Fernández reconoce que "nos quedó mala sensación. Pudimos eliminarlos. Jugamos mucho mejor. Pero no logramos el objetivo por mala suerte". Manolo, el capitán, dice que "la aventura europea nos duró muy poco. Solo dos semanas, pero la recordaremos siempre. Fue emotiva".

Al igual que sucede ahora, el Celta jugaba en Europa y también la Liga. Precisamente antes de presentarse en Escocia perdió en Balaídos ante el Sabadell por 0-1. Fue un partido polémico que arbitró Emilio Guruceta Muro. En el acta reflejó las expulsiones de Rivera y Domínguez. El primero fue sancionado con seis partidos de suspensión y el segundo con tres. Juan Fernández reconoce que "se lió una buena al final del encuentro. Lo puso en el acta. Pero eso era la liga. Nosotros ya estábamos en otra cosa, Europa".

Ahora viven el celtismo desde la grada. Los cuatro se congratulan de que el equipo vigués regrese a la competición continental. Hablan de la Europa League, pero también de la Liga. Parece por sus impresiones que ambas competiciones se mezclan de forma paralela y constante. El Standard de Lieja, el Ajax y el Panathinaikos forman el grupo. Rivales poderosos. En los pronósticos hay optimismo. Juan Fernández dice que "lo que le hace falta al Celta ahora mismo es ganar un partido. Y va a ser el jueves en Bélgica. Estoy convencido". Manolo opina que "han sido tres malos resultados en la liga, pero a mi juicio engañosos. El Celta estará entre los diez mejores al final del campeonato". El 'gran capitán' considera prioritaria la competición doméstica y añade que "vamos a pasar la fase de grupos en Europa. No tengo ninguna duda".

Rodilla señala que "el equipo juega bien y tiene fortaleza para disputar las dos competiciones. Creo, sinceramente, que vamos a disfrutar. Los inicios siempre son complejos". Manuel Otero Jiménez resalta que "el Celta jugará bien en Europa. Es un equipo ya con un nombre y eso también es importante".

La Europa League será la gran protagonista esta tarde (21:05 horas) también para cuatro ilustres veteranos que en la actualidad recuerdan los momentos que vivieron con nostalgia, pero con una alegría desbordante. Reconocen que les quedó pena no haber podido avanzar más en aquella competición europea que les hizo vivir hace justo 45 años una experiencia inolvidable y que ahora también afrontarán otros debutantes.