Sin tiempo para lamerse las heridas que ha dejado la goleada liguera frente al Atlético de Madrid, el Celta inició ayer la preparación de su debut en la fase de grupos de la UEFA Europa League (UEL), a la que el equipo celeste vuelve diez años después en el mismo escenario de partida: el estadio Maurice Dufrasne de Lieja. El errático arranque liguero del Celta, que no ha sumado un solo punto después de tres jornadas y ocupa la última plaza de la clasificación, ha incrementado la importancia del duelo contra el Standard, en el que el equipo celeste tratará de sumar una victoria a domicilio que le dé un impulso moral para afrontar la inminente visita a Osasuna en El Sadar.

El entrenador celeste prepara el choque con cinco bajas (Claudio Beauvue, Carles, Planas, Rubén Blanco y Fabián Orellana) y mantiene la duda del internacional chileno Marcelo Díaz, que apura su recuperación de la lesión muscular sufrida después del partido liguero en el Santiago Bernabéu.

El centrocampista chileno mantiene una buena evolución de la rotura muscular sufrida en la parte anterior de su muslo izquierdo. Hace unos días ya que ha comenzado a entrenarse de forma limitada con el grupo y queda por ver si la mejoría en las próximas 48 horas es suficiente como para que reciba el alta médica. Y en tal caso, existe la duda de si Berizzo lo fuerza para el partido contra el Standard o lo reserva para el importante compromiso liguero del próximo domingo en Pamplona.

El que sí estará a disposición de Berizzo es el delantero sueco John Guidetti, quien viajó el pasado fin de semana a Estocolmo para asistir al nacimiento de su hija. El técnico espera que el internacional escandinavo se reincorpore hoy a los entrenamientos en A Madroa y sea mañana de la partida que se desplazará a Lieja.

Con cinco encuentros en un plazo de apenas veinte días, Berizzo introducirá las primeras rotaciones en el equipo, aunque el once que dispondrá en el estadio Maurice Dufrasne mantendrá muy probablemente el bloque principal de titulares.