Quino Salvo no está, pero su recuerdo y su legado es imborrable. Su reconocimiento va más allá de lo que aportó a nivel baloncestístico. Su aspecto humano también fue importante, tanto como su desempeño en el parqué. Este jueves Vigo volvió a ser importante para el deporte de la canasta a nivel nacional. El homenaje al mejor jugador de baloncesto vigués de la historia devolvía un partido de ACB a la ciudad olívica.

Obradoiro y Joventut de Obradoiro fueron los encargados de cerrar este Memorial Quino Salvo. As Travesas se abarrotó para disfrutar del partido entre dos clubes de la máxima categoría española, pero, sobre todo, el Central presentó un ambiente espectacular para rendir tributo a un Quino Salvo que fue el mejor representante de Vigo por todas las canchas que recorrió.

Pau Gasol y Rudy Fernández, entre otros, también mandaron su apoyo al Memorial Quino Salvo minutos antes de que arrancase el encuentro entre el conjunto compostelano y el catalán. Para el recuerdo queda la ovación que le brindó su público, su gente. 60 segundos de aplausos sustituyeron el tradicional y triste minuto de silencio. El triunfo del partido fue finalmente fue para el Obradoiro (77-69), pero el resultado era lo de menos. El gran triunfador de esta noche fue Quino Salvo. Y, si gana Quino, gana el baloncesto.