El Celta cuajó un estreno amargo ante su gente. Era la presentación en Balaídos del tercer proyecto de Berizzo, un comienzo ilusionante al regresar a Europa después de diez años. Enfrente estaba el Leganés, que vivía una jornada histórica al disputar su primer partido en la máxima categoría. Todo parecía perfecto para dar un paso al frente. Sumar tres puntos y empezar de cara un curso en el que en los próximos días se conocerá los rivales de la Europa League, una cita que tanto ilusiona al celtismo.

No empezó mal el partido. Los guiones no sorprendían a nadie. El Celta quería mimar el esférico mientras que el Leganés buscaba mostrar en Primera División esa solidez que le permitió lograr el ascenso meses atrás. Los pepineros acumulaban hombres por dentro para frenar el juego interior. Tres centrales y un doble pivote formado por Timor y Alberto Martín que acabaría desactivando la sala de máquinas celeste. Los locales vivían de las individualidades. Tampoco era el día del eje de la defensa local. Sergi Gómez y Roncaglia no aportaban seguridad. Sus errores atrás permitieron a Guerrero poner en serios aprietos a Sergio Álvarez.

En la faceta ofensiva el Celta tampoco creaba demasiado peligro. Faltaba movilidad. Se echaba de menos la luz de antaño. Bongonda y Pione Sisto se mostraban demasiado individualistas. Los vigueses incidían una y otra vez por dentro en vez de abrir a las bandas, quizás el lunar de este Leganés tan bien trabajado. Pese a las dificultades, el equipo de Berizzo creó trabajo a un Serantes que estuvo acertado durante los 90 minutos. Sólo un fuera de juego mal señala a Iago Aspas permitió al moañés batir al meta pepinero.

El segundo acto tuvo un inicio esperanzador. Mano a mano entre Aspas y Serantes, pero el "diez" céltico mandó fuera ante la buena salida del portero visitante. El Celta le ponía ganas y fe, pero seguía faltando claridad y algo de sorpresa en los metros finales. El juego era demasiado previsible, un factor lógico ante un Marcelo Díaz que tuvo en este estreno liguero "un mal día en la oficina". Berizzo movió banquillo. Doble cambio. Entraron el "Tucu" Hernández y Guidetti para aportar más ideas y más mordiente en ataque. Pero todo se truncó en los minutos finales. Era la crónica de un desastre anunciado. Las pérdidas en la salida de balón, los fallos de la pareja de centrales o el mal partido de Marcelo Díaz. Eran avisos, premoniciones de que la sorpresa podía saltar en Balaídos. Y las malas noticias se confirmaron en el segundo acto. Llegaron, además, a balón parado, la sangría del Celta en los últimos años. Víctor Díaz, ex del filial celeste, hacía historia en el coliseo vigués. Marcaba el primer gol de la historia del Leganés en Primera y hacía que el cuadro celeste besase la lona.

El equipo de Berizzo inició una pelea contra el reloj. Llegaron las prisas, que nunca son buenas consejeras, y el premio del gol no acabó llegando. El estreno amargo de este EuroCelta se consumó. El equipo tuvo actitud, tuvo alma, pero acabó desquiciado por el contexto, un entorno en el que se acabó imponiendo el rigor táctico del Leganés y los errores puntuales del otro debutante en Primera, el colegiado andaluz Munuera Montero. Para la polémica queda el fuera de juego anulado a Aspas, una acción que pudo ser determinante en el resultado final, pero lo cierto es que el Celta estuvo lejos de dominar la sala de máquinas y tuvo serios problemas en defensa. En ataque, las individualidades lo intentaron, pero con el talento no es suficiente. Dura derrota, amargo comienzo para un equipo vigués que ha demostrado que tiene fútbol de sobra para levantarse del primer tropiezo del curso. Al final, una dura vuelta al cole

Ficha técnica:

Celta: Sergio; Hugo Mallo, Sergi Gómez, Roncaglia, Jonny; Marcelo Díaz (Señé 77´), Wass (Pablo Hernández, 65´), Orellana; Bongonda, Pione Sisto (Guidetti, 65´) y Aspas.

Leganés: Serantes; Víctor Díaz, Bustinza, Mantovani, Diego Rico, Adrián Marín (Machís, 61´); Timor (Rubén Pérez, 80´), Alberto Martín, Unai López, Gabriel; y Guerrero (Insua, 71´).

Gol: 0-1: Víctor Díaz (73´).

Árbitro: Munuera Montero (comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla por parte del Celta a Roncaglía, Hugo Mallo y Aspas mientras que por parte del Leganés vio cartulina amarilla Adrián Marín. Expulsó a Timor cuando ya había sido sustituido.