- ¿Cómo le han contado que es una cita olímpica?

- Son los primeros Juegos, no me imagino cómo puede ser. Sí que me han hablado de ellos, pero hasta que esté allí no sabré realmente como es. Supongo que será todo a lo grande.

- ¿Con qué deportistas le haría más ilusión encontrarse?

- Nunca he ido a un campeonato del mundo de natación absoluto y va a ser emocionante poder ver a todos los estadounidenses y ver nadar por primera vez en directo a Michael Phelps.

- Echará de menos en Río a su gran amiga Bea Gómez.

- Me da mucha pena porque cuando ella fue a los Juegos de Londres la veía por la tele y me acuerdo de haber pensado que sería muy especial que pudiéramos ir juntas a Río. Se merecía estar allí. La tendré en mi mente en todo momento.

- ¿Qué consejos le ha dado?

- Me dice que, pase lo que pase, que intente disfrutar lo máximo. Va a ser difícil, porque soy una persona muy nerviosa y me cuesta controlar los nervios, pero a veces son buenos en la competición. Hay que sabe cómo llevarlos porque esos mismos nervios pueden hacer que las cosas salgan muy bien o que sea un desastre de prueba.

- Además de la natación, ¿qué otros deportes le gustaría presenciar en esta cita olímpica?

- El deporte que me haría más ilusión ver sería el triatlón, pero creo que no va a ser posible, porque cuando empiece ya no estaremos allí. Es un deporte que me encanta verlo, porque es espectacular. Compartí muchas horas de entrenamiento con Fernando Alarza en Pontevedra y me gustaría poder verlo competir en Río.

- Y a la ceremonia de inauguración, ¿podrá asistir?

- Yo, en concreto, no podré ir a la ceremonia de inauguración, porque una de mis pruebas, la de 400 estilos, será el primer día y no es compatible ir a la ceremonia y competir al día siguiente. Me hubiese encantado ir, pero mi principal sueño no es ir al desfile, sino nadar.