El colombiano Nairo Quintana confesó que no pasó un buen día en el Tour de Francia y reconoció de forma implícita que su "sueño amarillo" de ganar la carrera tendrá que esperar.

Tras ceder 28 segundos en la meta de Finhaut-Emosson con respecto al líder, el británico Chris Froome, al colombiano le preguntaron si el sueño amarillo había acabado: "Quedan muchos años. Tengo 26 y tengo gente por delante mía con más experiencia. Me quedan muchos años para seguir luchando por el sueño amarillo". Quintana, que ahora está a 3:27 del líder, aseguró, sin embargo, que "hasta París cualquier cosa puede pasar".

"No fue un gran día para mí, esperaba hacerlo mejor porque tenía buenas sensaciones, pero mi cuerpo no se ha sentido bien al final. Lo hice lo mejor que pude", comentó. El colombiano dijo no sentirse mal físicamente y resumió su mala actuación en un "mal día". "Espero que pueda recuperar lo mejor posible para reaccionar bien, como siempre he hecho en los años anteriores. Me encuentro bien, es solo un día malo. Hay que recuperar y que el cuerpo vuelva a su estado natural, como ha sucedido en otras carreras", señaló.

Por su parte, el británico Chris Froome aseguró que se siente mejor en la tercera semana de carrera que el año pasado. "Nunca es fácil aunque lo parezca, pero creo que me siento mejor que el año pasado en la tercera semana", indicó el ciclista del Sky tras cruzar la meta de Finhaut-Emosson.

Froome agrandó su renta en 40 segundos con el holandés Bauke Mollema y metió 8 al británico Adam Yates y 28 al colombiano Nairo Quintana. "Me han atacado, pero es posible que no tengan las mismas fuerzas del año pasado", aseguró Froome.