Andreu Fontás vive con la ilusión de un recién llegado estas semanas. El central encara las últimas semanas del largo periodo de convalecencia de una lesión que le tuvo casi toda la pasada temporada en el dique seco. Sin ganas de marcarse plazos reconoce sentirse ansioso por trabajar junto al resto de compañeros: "La idea es que cuando lleguen Marcelo y Guidetti unirme a ellos y poco a poco ir integrándome en el grupo. Pero no hemos hablado de plazos y tampoco quiero marcármelos". En principio no irá a Uruguay y está en duda si estará en Italia para la gira de comienzos de agosto: "Ni lo he preguntado porque prefiero no saber demasiado. Supongo que debería pero ya digo que vivo esto sin preocuparme en exceso por fechas".

El verano tampoco ha sido sencillo porque aunque el tendón operado ha respondido muy bien sintió ciertas molestias en la zona del hueso: "Te inquietas porque es una molestia nueva, pero al ir ganando fuerza en las piernas han ido disminuyendo las molestias y nos vamos acercando al momento de estar a tope".

Admite Fontás que "ésta ha sido la peor lesión que he tenido" y lo justifica por el desgaste mental que lleva implícita: "El tendón es una zona complicada, pero a nivel psicológico ha sido duro. Cuando te rompes el cruzado sabes que tiene unos plazos marcados que más o menos se cumplen. Esta ha sido peor por la incertidumbre, por no saber qué tenía y el tiempo que estaría fuera. Llevo seis meses y aún no estoy a tope. La incertidumbre de no saber a dónde vas ha sido lo peor. La peor de mi carrera y eso que he tenido varias".

Todo ello provoca que viva esta como "si fuera mi primera temporada aquí. Tengo ganas de cansarme, de sentirme parte de ellos, estar dentro del grupo. No marcó objetivos personajes ni nada. Después de una lesión así relativizas todo porque de las realmente mal".