Manuel Agudo Durán, Nolito, ha dejado de pertenecer oficialmente al Celta. El extremo andaluz ha cerrado su fichaje por el Manchester City, con el que se ha comprometido por las próximas tres temporadas con opción a una cuarta. El acuerdo se selló durante la tarde de ayer y el club inglés hará oficial esta misma mañana la contratación del que ha sido el atacante más valioso del Celta en las últimos tres años. Nolito cobrará casi cuatro millones netos (más incentivos) por temporada, más del triple del salario que percibía en el equipo celeste después de su última renovación.

La operación se ha cerrado en 18 millones de euros, la cantidad estipulada en la cláusula de rescisión del jugador, que el Manchester City hará efectivos en dos plazos. Al tratarse de un acuerdo amistoso, el equipo inglés no tendrá que depositar la cláusula de Nolito en la Liga de Fútbol Profesional, evitándose así el pago del 21 por ciento del IVA que habría encarecido considerablemente la operación. Los 18 millones que el club inglés pagará por Nolito convierten el traspaso en el más caro de la historia del Celta, superando el de Claude Makelele al Real Madrid por 15,8 millones hace ya 16 años.

La venta de Nolito ha resultado un negocio redondo para el Celta, que pagó poco más de tres millones al Benfica por hacerse con sus servicios y ha quintuplicado su inversión después de disfrutar del jugador durante tres magníficas temporadas. Nolito es seguramente el jugador que mejor simboliza el salto de calidad experimentado por el equipo celeste desde su último ascenso a Primera División. Con 39 goles y 22 asistencias en un centenar de partidos con la zamarra celeste se va dejando un recuerdo indeleble, tanto por su productividad atacante como por la elevada rentabilidad que ha supuesto su venta.

Desde que Vicente del Bosque confirmó su presencia en la Eurocopa de Francia y el jugador disparó su cotización con varias actuaciones memorables, el Celta sabía que le sería imposible retenerlo un año más. Sin embargo parecía que el Barcelona, el club al que el jugador soñaba con volver, sería su destino más probable. Por petición expresa de Luis Enrique, que lo fichó en su momento para el Celta, el club catalán hizo tibia tentativa de ficharlo en el último mercado de invierno, pero solo llegó a ofrecer una cesión que el Celta rechazó. Nolito confiaba en que el Barça volviese a intentarlo este verano e incluso frenó algunas ofertas a la espera de que el club azulgrana diese señales de vida. Pero se cansó de esperar y una llamada teléfónica de Pep Guardiola hizo el resto.